Con un país sumido en una crisis económica y social desde hace ya varios años y contrario a informes como el de seguridad alimentaria, que indicó que el 2019 un 92% de la población vivió una situación como esa, en Venezuela hay quienes viven en otra realidad.

Una especie de “Lado B”, en donde la escasez sencillamente no es tema. A tal punto, de que incluso hay zonas que en Caracas son apodadas como el “Pequeño Manhattan”.

Así lo dio a conocer recientemente un informe de la BBC, el que profundizó en lo que vive actualmente una porción menor de venezolanos del área este de la capital.

La maqueta del centro comercial de artículos de lujo “Avanti”.

El reporte del medio británico es tal, que empieza describiendo lo que gana una mujer en un casino local, 500 dólares en unos segundos. Esto, en un país en donde el sueldo mínimo es de 7,6 dólares al mes.

Una realidad totalmente opuesta, irrisoria, la que se vive en el “Pequeño Manhattan”, donde se ven autos de lujo de la marca Mercedes y hasta se habla de un boom inmobiliario.

“Las Mercedes es una burbuja dentro de una burbuja”, explicó a la BBC Mundo Darwin González, político opositor al Gobierno de Nicolás Maduro y quien actualmente es alcalde de Baruta, el municipio de Caracas donde se encuentra este tipo de lujos vehiculares.

La fachada real del “Avanti”.

“Se ha convertido en una zona privilegiada que no se parece en nada al resto de Venezuela. Alguna gente va a Las Mercedes y siente una distorsión de la realidad venezolana”, agrega el político de oposición.

Igualmente, hay quienes se aventuran a señalar que actualmente Venezuela vive aires de una nueva realidad, de un resurgimiento de las cenizas. Para esto, utilizan el ejemplo de los Mercedes y también el hecho de que poco a poco se comienzan a ver más restaurantes de lujo y hoteles de esta misma categoría en Caracas. Obviamente, sólo en algunas zonas.

Inclusive, destaca en el mapa la Galería Avanti, una tienda por departamentos de seis pisos que su azotea tiene una gran pantalla. Acá, la oferta es de productos Balenciaga, Dolce & Gabbana, Versace y Gucci.

El interior de una de las tiendas del centro comercial.

Y claro, en este ambiente hay quienes dicen que el panorama mejora, pero lo cierto es que por más que exista la oferta , la demanda es mínima. La población no cuenta, ni de cerca, con los recursos para desembolsar dinero por un artículo de este tipo. El “Pequeño Manhattan” es para muchos una gran ilusión en un país en donde lo real es la carencia diaria.