• Ricardo Castro, Ex guía de Mecánica Automotriz
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Las diferencias de los precios de las bencinas no son menores, en algunos casos son de casi cincuenta pesos entre 93 y 97 octanos, entonces se vuelve una buena idea elegir de manera correcta la que usa nuestro vehículo, ya que las diferencias en los motores pueden jugar a nuestro favor.

Existe la creencia de que mientras más alto el octanaje de una bencina, más limpia es y mayor potencia tendrá nuestro auto, la verdad es que esto es incorrecto.

El octanaje de un combustible es solamente un factor de antidetonación, lo que significa que mientras más alto el octanaje soportará más presión en la cámara de combustión. O sea, un auto que tiene una baja relación de compresión, necesita bajo octanaje y viceversa, por ejemplo, para una Renoleta no necesitamos alto octanaje porque su relación de compresión de motor es baja y no generará altas presiones en el motor, lo que significa que ponerle 97 octanos sería un gasto innecesario porque no lo aprovecharía.

En el caso inverso donde un vehículo que necesita alto octanaje según las especificaciones técnicas es surtido con bencina de menor octanaje, el motor comenzará a hacer ruidos extraños llamados “cascabeleos”, que implican que la bencina está explotando antes de tiempo a causa de las presiones generadas internamente en el motor, y que causan daños graves al motor muy caros de reparar.

Por todo esto es recomendable seguir las instrucciones del fabricante impresas en el manual del usuario o en la tapa del estanque, siguiéndolas le estaremos sacando el mejor rendimiento a la gasolina y además cuidaremos nuestro motor.