¿Una peligrosa secta de ambiciosos charlatanes que propugnan el control mental o una nueva y revitalizadora religión que estimula la superación y realización personal de todos sus miembros? Desde sus orígenes en la década del 50′ hasta el día de hoy, la iglesia de la Cienciología –entre cuyos miembros se cuentan los famosos actores Tom Cruise y John Travolta- ha estado envuelta en la controversia, pues a juicio de sus defensores es un movimiento religioso inocuo que sólo busca la realización personal de sus asociados y un mundo sin guerra, crímenes ni locura, mientras que sus críticos la califican como una organización anticonstitucional, pseudoespiritual y pseudorreligiosa, homofóbica y sectaria, que abusa del control mental de sus feligreses con el único propósito de concentrar poder y amasar millonarias sumas de dinero.

Pero ¿Qué es exactamente la Cienciología? Para responder esta pregunta hay que referirse primero a L. Ron Hubbard (1911-1986), el hijo de un oficial de la marina estadounidense nacido en Nebraska, Estados Unidos, quien tras asistir a la Universidad George Washington en Washington D.C. para cursar la carrera de ingeniería, abandonó los estudios superiores debido a sus bajas calificaciones para lanzar una carrera como escritor de ciencia ficción.

L. Ron Hubbard, el fundador de la iglesia de la Cienciología.

Hubbard escribiría 138 cuentos y novelas, entre 1933 y 1938, de diversos géneros, incluyendo ciencia ficción, fantasía, aventuras, horror y western, la gran mayoría de las cuales fueron publicadas en revistas populares – o pulp- con buenas críticas literarias. En una de estas revistas populares de ciencia ficción, precisamente, Hubbard publicaría por primera vez un artículo sobre sobre lo que él describía como un nuevo enfoque en la salud mental, que llamó dianética, y que postulaba que usando los métodos de la ingeniería se podía descubrir -y corregir- el único origen de todas las enfermedades mentales. Bajo esas premisas, Hubbard proponía un revolucionario método de tratamiento llamado auditación para dichas enfermedades. Algunos compañeros de Hubbard que también eran escritores de ciencia ficción, por cierto, fueron bastante críticos de la dianética, entre ellos Isaac Asimov y Jack Williamson, quien llamó a la dianética “una revisión lunática de la psicología freudiana”.

Tras publicar un comentado libro sobre diánetica que se transformó en best seller, Hubbard estableció una fundación que comenzó a entrenar personas en sus técnicas de auditación. En 1954, la primera Iglesia de la Cienciología, basada en las doctrinas de Hubbard, abrió sus puertas en Los Ángeles, en Estados Unidos, y posteriormente surgieron otras iglesias en distintos puntos del país. Hubbard desde esa época sería acusado de levantar una fachada religiosa a la Cienciología para que la organización no pagara impuestos y evitase la persecución por afirmaciones médicas falsas. A Hubbard, de hecho, se le atribuye la frase: “Tú no te vuelves rico escribiendo ciencia ficción. Te vuelves rico fundando una religión”.

De todos modos, la Iglesia de la Cienciología, hoy, asegura que tiene unas 10 mil iglesias, misiones y grupos operando en 167 países, con 4.4 millones de supuestos miembros. No obstante, algunos investigadores creen que los seguidores de los preceptos de Hubbard no superarían los 50 mil.

Las doctrinas de la Cienciología –palabra que significa “saber sobre el saber” o “saber sobre la ciencia del conocimiento”- fueron establecidas por L. Ron Hubbard desde la década del 50’ hasta su muerte en enero de 1986 y difundidas en forma de miles de conferencias, libros, ensayos y políticas. Las creencias fundamentales de la Cienciología son que cada persona es un ser espiritual inmortal (llamado “thetan”) que posee una mente y un cuerpo, y que las personas son básicamente buenas. Los seres humanos serían seres espirituales inmortales que han olvidado su verdadera naturaleza y su método de rehabilitación espiritual se llama “auditación” y, al hacerla, los practicantes reviven hechos o experiencias traumáticas (a menudo olvidadas) de su pasado con el objetivo de liberarse de su carga negativa o efectos limitadores y así mejorar su vida presente y futura. Este concepto, así, tendría algunas similitudes con la idea del Karma de las religiones orientales.

La auditación, según Hubbard, se lleva a cabo entre un especialista en dianética, quien dirige la sesión (llamado auditor), y el preaclarado, el cual debe permanecer sentado y con los ojos cerrados. La duración de las sesiones es variable, aunque el autor recomienda que sean de dos horas, pudiendo extenderse el tiempo necesario para que el preaclarado descargue lo que Hubbard denominó engramas, que es el registro en la memoria del conjunto de percepciones tenidas por el preclarado en su pasado durante los cuales estuvo inconsciente o sufrió dolor físico. Al conjunto de los engramas de una persona Hubbard lo llama mente reactiva, la cual se diferencia de la mente analítica. Según Hubbard, la mente reactiva es la única fuente de las enfermedades mentales y la dianética el único medio de borrarla y devolverle la salud al preaclarado. Hubbard describió la mente analítica como la parte positiva, racional y calculadora, mientras la reactiva, de acuerdo con él, funciona sobre la base de estímulos y respuestas. Los cienciólogos creen que la mente reactiva es la raíz de la angustia individual, así como el origen de la aberración de la humanidad y su incapacidad para crear sociedades duraderas, prósperas y saludables.

La técnica que, según Hubbard, logra el borrado de los engramas, consiste en hacer que el preaclarado evoque esos incidentes y los relate de principio a fin. Luego debe repetir el relato una y otra vez, en cada ocasión tratando de dar más detalles de los mismos, hasta que el auditor vea indicadores de que el engrama está descargado y le ordene al preaclarado pasar a otro incidente o dé por terminada la sesión.

Este proceso de “auditación”, que pretende identificar la angustia espiritual de la vida actual de una persona y de las vidas pasadas, involucra un dispositivo llamado e-meter, que, según los cienciólogos, mide el flujo eléctrico del cuerpo mientras un auditor hace una serie de preguntas que revelan las fuentes del trauma. “La auditación utiliza procesos; conjuntos exactos de preguntas o direcciones dadas por un auditor para ayudar a una persona a localizar áreas de angustia espiritual, descubrir cosas sobre sí misma y mejorar su condición”, según el sitio web de la Iglesia de la Cienciología.

La Cienciología, en definitiva, sostiene que cada persona es un ser espiritual inmortal intrínsecamente bueno que posee una mente y un cuerpo. Y que si busca la educación, conocimiento, mejora espiritual y ética, podrá ser feliz y alcanzar la salvación definitiva. Por ello en esta iglesia existen centros de tratamiento contra la drogadicción (Narconon), para rehabilitar a delincuentes (Criminon), para reformar la salud mental, para ayudar a la educación, para devolver los valores morales a la vida, para triunfar en los negocios y para poner en práctica los derechos humanos. La Iglesia de la Cienciología sostiene, en resumen, que su finalidad es un mundo sin guerra, crímenes ni locura, donde la gente buena y decente tenga la libertad de alcanzar sus metas.

Según algunos de los miembros más famosos de esta religión, la iglesia de la Cienciología se trata en gran medida de la autosuperación. “Lo que yo creo en mi propia vida es que es una búsqueda por cómo puedo hacer las cosas mejor, ya sea siendo un mejor hombre o un mejor padre o encontrar formas para mi mejoría”, dijo recientemente el actor Tom Cruise en una entrevista publicada en la revista Playboy. Cruise, por cierto, es el vocero más famoso y visible que tiene actualmente la iglesia de la Cienciología y fue introducido a la misma por su entonces esposa Mimi Rogers en 1990. Según se ha especulado, el afán de mantenerse ella misma y su hija Suri lejos de la iglesia, fue la causa aparente por la cual la actriz Katie Holmes decidió separarse del actor.

Además de Tom Cruise y John Travolta, hay muchos otros cienciólogos confesos en el mundo del espectáculo y Hollywood. Es el caso de los músicos Beck y Chick Corea, Lisa Marie Presley, el comediante Jerry Seinfeld y Vivien Kubrick, la hija del legendario director Stanley Kubrick que se convirtió a la Cienciología durante la filmación de la película “Ojos bien cerrados”. También son miembros los actores y actrices Jason Lee, Giovanni Ribisi, Michael Peña, Kirstie Alley, Juliette Lewis, Elizabeth Moss, Jenna Elfman, Erika Christensen, Danny Masterson, Laura Prepon y Nancy Cartwright, célebre por prestar su voz a Bart Simpson en la exitosa serie animada “Los Simpsons” y quien ha sido una visible evangelizadora de la iglesia desde hace varios años.

La actriz Juliette Lewis, famosa por películas como “Cabo de miedo” y “Asesinos por naturaleza”, aseguró de hecho que se desintoxicó gracias al programa Narcanon ligado a esta religión, mientras que el actor Giavanni Ribisi, quien participó en películas como “Salvando al soldado Ryan” y “Ted”, ha comentado que “si no fuera por la Cienciología, yo estaría en un callejón buscando droga. La Cienciología es una filosofía pragmática, no es simplemente un sistema de creencias. Sí, ha tenido exposición a los medios porque ciertas luminarias hacen la Cienciología, pero millones de personas lo hacen, que no son celebridades. No es una amenaza o una secta”.

Tom Cruise, Juliette Lewis, John Travolta, Jason Lee y Giovanni Ribisi son algunos de los rostros de Hollywood que pertenecen a la Iglesia de la Cienciología.

John Travolta, célebre por sus míticas cintas “Fiebre de sábado por la noche” y “Pulp Fiction”, confesó que era un miembro activo de la iglesia desde el año 1975, después de haber leído el libro “Dianética” de Ron L. Hubbard. Según Travolta, es un seguidor de los principios básicos de la Cienciología porque le enseñó las claves para mantenerse feliz en los momentos complicados de la vida. “Siempre debes buscar cosas que te den estabilidad, algo muy importante en estos momentos de confusión. Creo que L. Ron Hubbard resolvió la mente humana, y al resolverla también resolvió el dolor humano, que es lo que realmente creo que ha sucedido aquí”.

Paul Haggis, director de la oscarizada película “Crash”, también fue un miembro prominente del culto, pero abandonó la Iglesia en repudio al apoyo que la iglesia de la Cienciología de San Diego le dio a la Proposición 8, que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo en California. Otros famosos actores, como Will Smith, uno de los mejores amigos de Tom Cruise, ha negado en varias ocasiones ser miembro de la iglesia aunque ha elogiado públicamente el sistema de estudios de la organización.

David Bromley, profesor de Estudios Religiosos en la Universidad de Virginia Commonwealth, en Estados Unidos, ha explicado que la iglesia de la Cienciología promueve las ideas de una antigua civilización intergaláctica en la que millones de seres fueron destruidos y se convirtieron en “thetanes corporales”, que continúan adhiriéndose a los espíritus humanos y causando más traumas. La Cienciología avanzada, así, confronta a los thetanes corporales a través de más auditaciones. Un personaje importante, pero oculto, de la doctrina de la Cienciología sería Xenu, el supuesto dictador de una Confederación Galáctica que hace 75 millones de años trajo miles de millones de personas a la Tierra en naves espaciales parecidas a aviones DC-8. Los desembarcó alrededor de volcanes y los aniquiló con bombas de hidrógeno. Posteriormente sus almas se juntaron en grupos y se pegaron a los cuerpos de los vivos, y aún siguen creando caos y estragos. Los cienciólogos llaman a esto “El Incidente II” y los traumas que de esto provienen se conocen como “La Pared de Fuego”.

A la Cienciología no le gusta hablar de Xenu abiertamente y sólo revela su historia a miembros que han hecho generosas contribuciones, pero su narrativa, inscrita dentro de una parte del folklore cienciólogo conocido como “ópera espacial”, se hizo pública en 1993, a raíz de una querella que interpuso un ex miembro contra la organización.

Las críticas hacia la Iglesia de la Cienciología

Las críticas hacia la Iglesia de la Cienciología abarcan varios ámbitos. Varios ex miembros, por ejemplo, han confirmado que la Cienciología aplica una política llamada “desconexión”, que obliga a sus fieles a separarse de sus familiares que no practican la fe. Tommy Davis, actual portavoz de la Cienciología, consultado por este particular, argumentó que esta práctica no es diferente al mormonismo, el catolicismo, los testigos de Jehová o los Amish, que también practican la desconexión. “Son principios fundamentales de la religión”, señaló.

La Cienciología también divide a sus acólitos en niveles, por lo que para ascender es necesario cursar seminarios o someterse a sesiones de “auditoría” (interrogatorios) que hay que pagar. David S. Touretzky, un profesor de la Universidad Carneggie Mellon que ha investigado a fondo la estructura de esta polémica iglesia, asegura que ascender a los niveles más altos puede costar un mínimo de medio millón de dólares. La Cienciología refutó esta afirmación, asegurando que se puede seguir sus cursos desde sólo 50 dólares, aunque de los miembros mejor posicionados sí se espera que hagan donaciones generosas a la iglesia.

La Cienciología también tiene a la psiquiatría entre sus mayores enemigos. En sus escritos L. Ron Hubbard rechazó la psiquiatría y los medicamentos psiquiátricos porque afirmaba que interferían con el funcionamiento de la mente racional. Por ello no es casual que en el sitio web de la Iglesia de la Cienciología se informe que “los efectos de los medicamentos médicos y psiquiátricos, ya sean analgésicos, tranquilizantes o antidepresivos, son tan desastrosos” como los medicamentos ilícitos. El actor Tom Cruise, a este respecto, declaró una vez que la práctica de la psiquiatría debería ser ilegal, sin mencionar que en otra oportunidad atacó públicamente a la actriz Brooke Shields por contar que había sufrido de una depresión postparto y que la había superado en parte con medicación. En un polémico reportaje para un prestigioso programa de la BBC, además, varios miembros de la organización llegaron a asegurar que la psiquatría había provocado el Holocausto judío.

Otro aspecto controversial de la Cienciología es su declarada homofobia. La doctrina formal de esta supuesta religión, basada en los conceptos promulgados por L. Ron Hubbard, declaran la conducta homosexual como una perversión y una enfermedad, como una de las peores desviaciones sexuales y de las que más negativamente han impactado en la sociedad. Curiosamente, se cuenta que uno de los seis hijos que tuvo en vida L. Ron Hubbard, Quentin Hubbard (1954-1976), quien era homosexual, se suicidó en 1976 debido a que su padre era profundamente homofóbico y consideraba a la homosexualidad como una abominación.

En uno de los manuales de la Cienciología, titulado “Cómo escoger a las personas”, de la autora Ruth Minshull, se puede leer que “los homosexuales no practican el amor. Sus relaciones consisten en: 1) encuentros breves, sórdidos e impersonales, o 2) arreglos largos caracterizados por dramáticos resquemores, desacuerdos, celos y frecuente infidelidad. Difícilmente puede ser de otra manera ya que el tono está compuesto de la sospecha y el odio, produciendo un dulzor tierno esparcido por el pequeño mal humor. Al fin su «amor» se convierte en profundo desprecio”.

De todos modos, Hubbard consideraba que la Cienciología y la Dianética podían curar la homosexualidad, así como el trastorno bipolar, el asma y la artritis mediante sus controvertidas terapias.

Por lo pronto, la Iglesia de la Cienciología suele exhibir su poderío a través de adquisiciones inmobiliarias multimillonarias. Según un extenso reportaje que publicó el “Hollywood Reporter”, la organización es propietaria de más edificios históricos en Hollywood que ninguna otra entidad. En Madrid, España, cuentan por ejemplo con un espectacular templo frente al Congreso de los Diputados que inauguró en 2004 el propio actor Tom Cruise, quien hizo un discurso en perfecto castellano en plena calle y dijo: “me hace feliz entregarles esta iglesia con la que pueden hacer realidad sus sueños”.

Algunos enigmas de la Cienciología

Esta controvertida iglesia, que ha sido declarada como “secta anticonstitucional” en algunos países de Europa, todavía esconde varios enigmas. Se dice que los rangos más elevados de la organización, conocidos como OT, tienen acceso a documentos privados, escritos de puño y letra por Ron. L. Hubbard, que explican entre otras cosas la historia de Xenu, el dictador intergaláctico cuyas obras serían el origen de todo daño espiritual.

En el documental “Going Clear: Scientology and the Prison of Belief” (“Cienciología y la prisión de la creencia”), basado en el libro del mismo título del ganador del premio Pulitzer Lawrence Wright, se denunció que los miembros de la Cienciología eran “sometidos a abusos físicos y psicológicos”, sin mencionar la política de “desconexión” que obligaba a los seguidores de la iglesia a cortar todo tipo de contacto con sus familiares y amigos que no profesaban o abandonaban la fe. El documental también describió lo que se conocía como “The Hole” (“el agujero”), unas instalaciones en las que presuntamente se mantiene en cautividad a miembros díscolos del Sea Org -nombre de la rama que dirige la iglesia que cuenta con una flotilla de barcos- y a los que supuestamente se maltrata física y psicológicamente.

El documental “Going clear” también descubrió que quien ingresaba a esta orden religiosa de los cienciólogos de los Sea Org firmaba un contrato de servicio por mil millones de años, puesto que la fe no contempla la muerte. Sus miembros llevan uniformes, trabajan por un sueldo ínfimo y pueden ingresar en la orden a edades tan tempranas como los siete años.

El documental también denunció que L. Ron Hubbard -a quien se acusó de haber mentido sobre su historial en el ejército de EE.UU. y de maltratar a su segunda esposa- decidió crear la Cienciología para ganar dinero. Y que durante décadas la organización no pagó impuestos, debiéndoles a las autoridades gubernamentales centenares de millones de dólares. Por ello, a principios de los años 90′, el actual líder de la organización, David Miscavige, habría presionado al Servicio de Impuestos Internos de EE.UU. (IRS, por sus siglas en inglés) para que otorgara a la Cienciología el estatus de religión y así no tuviera que pagar impuestos. Para ello, la Iglesia habría presentado más de 2 mil demandas contra funcionarios del IRS mientras investigaba la vida personal de muchos de ellos con detectives privados. Finalmente en 1993, el IRS les otorgó el estatus de religión, lo que, según cuenta “Going Clear”, habría permitido a la Cienciología amasar un enorme patrimonio que superaría los US$1.500 millones.

El documental, finalmente, reveló que la Iglesia de la Cienciología había provocado la ruptura del mediático matrimonio entre Tom Cruise y la actriz Nicole Kidmam. Un antiguo funcionario de la organización relató cómo supuestamente en la iglesia no veían con buenos ojos la relación de Tom Cruise, su miembro de más alto perfil, y Nicole Kidman, quienes estuvieron casados entre 1990 y 2001. Según se afirma, la jerarquía de la iglesia consideraba que Kidman era una “fuente potencial de problemas” por haber sido criada en el catolicismo y por tener un padre psicólogo, ya que uno de los enemigos declarados de la Cienciología, como ya se mencionó, es la psiquiatría.