• Annegret Hielscher, ex Guía Canal de Moda
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Foto: Gentileza de Alejandro Galvez.

En Chile, las mujeres se atreven poco a usar faldas.

El mismo día y en el mismo momento en que tuve la suerte de conocer la tienda Daniela Bozza y a su propietaria -del mismo nombre-, tuve una sensación de mucha alegría. Así como de la nada me hallé en medio del escenario que a diario recrea Daniela al abrir su tienda en la que rescata la esencia del barrio Bellas Artes, en Ismael Valdés Vergara , a un costado del hoy azotado MAC .

Frente a la entrada de su tienda hay un banquito tapizado sobre una alfombra, rodeado por una reja junto a unos floreros, un cartel montado con el logo de su marca propia y un perchero de dibujo en filigrana . Así crea una extensión de su local hacia el exterior mediante elementos de decoración nada azarosas.

La autora no pasa desapercibida, ni por sus labios de intenso rojo ni por su personalidad, y menos aún por el toque personal de su espacio: Se nota y se agradece el cariño hacia uno como potencial comprador y a la vez hacia sus propios productos.
Y los comentarios de las compradoras y visitas son buenos, dice Daniela. Esta tienda la compartía con una compañera bajo el rótulo GARBO desde el año 2007.

Sobre sus inicios, comenta la diseñadora: “Partí al azar, cuando tenía 30 años. Antes soñaba con ser escritora, conocía la poesía chilena y no quería estudiar diseño de vestuario porque lo creía superficial. Eso sí tenía la claridad que hacer ropa era lo mío. Trabajaba en la tienda, cortaba y cosía, durmiendo poco, con mucha fe no abandonaba mi causa. De a poco fui descubriendo mis talentos creando ropa que me gusta a mí y también a la gente”.

Se destaca el ritmo de trabajo que ha desarrollado Daniela desde que se independizó con su propia marca en septiembre de 2009. Es autodidacta, pero dio con la gente y las herramientas adecuadas para desarrollar un proceso productivo que rinde y da buenos resultados.

Conceptos, nombres, mujeres

Bozza busca recrear en sus diseños el imaginario histórico del cine de los años treinta y cuarenta. Se apoya en iconos como la francesa Edith Piaf o la norteamericana Audrey Hepburn . Mujeres emblemáticas y fuertes que supieron lidiar con las dificultades y realidades de la época de postguerra en Europa y Estados Unidos. “Siempre me han inspirado estas mujeres que eran muy femeninas y apasionadas con sus vidas.”, dice. Su trabajo se envuelve por las palabras “mujer auténtica”, una máxima en referencia a quienes salen a la calle y pierden el miedo a mostrarse como son, sin perder la elegancia ni el buen gusto.

Hay que hacer un recuento interesante: El 95% de las prendas que conformaron el brief de su colección verano 2009/10 eran vestidos. Daniela dice que, por el contrario, la mujer chilena viste casi exclusivamente pantalones. Mal.
“Me encantaría ver a todas las mujeres con vestidos y creo que nosotras nos sacrificamos en vez de atrevernos. ¡Atrévete! ¡Ponte tacos aguja y una mini ! Muéstrate realmente cómo eres por dentro y por fuera”.

Hablemos de diseño

Foto: Gentileza de Alejandro Galvez.

El cine de los años 30 y 40 es una de las inspiraciones de Daniela Bozza.

A su favor está la imaginación, las telas que escoge y la silueta que logra esculpir con la tela y el corte. Una solución para potenciar la figura de la mujer es la “Cintura del Imperio” cuyo origen se remonta a la revolución francesa. Es el contorno debajo del busto ceñido que estiliza en lo vertical, un regalo histórico para la mujer porque se siente libre y se ve bien, haciendo que la cintura y caderas se aprecien más angostas y alargadas. En cuanto a las telas, su fuerte es el algodón al 100%, y la elección de las mismas no es tarea fácil teniendo como meta usar hilos de calidad. Su paleta de colores redondea la colección colocando acentos mediante contrastes en los cierres, y las terminaciones de escote, mangas y bastilla. Queda precioso y muy cómodo. Aquí aparece lo que esta diseñadora ha dado en llamar “multitalla”, el elasticado de la cintura que se ajusta en las tallas delgadas y crece con las más subidas de porte.

Daniela Bozza trabaja con lo que diría es una “pequeña unidad productiva”. Consta de ella como diseñadora, cortadora y proveedora de materiales, el fotógrafo Alejandro Gálvez , un taller exclusivo donde hace la producción propiamente y sus vendedoras en la tienda. La relación con ellas es especial porque delega su trabajo a chicas que también se entienden con el arte, la literatura y la música. Una cosa de sensibilidad mutua. Sensibilidad y algo de astucia. Eso es el secreto del porqué prácticamente nadie sale de su tienda con las manos vacías.

Si vas a su tienda fíjate que en sus vestidos, bastante accesibles en precio y muy bien hechos, aún siendo bastante minimalistas , encontrarás prendas bastante fáciles de combinar y bastante “multipropósito”. Pensados para el día y para la noche. Para el cotidiano y para el glamour .

Glamour y fama

A propósito de glamour …Aquí va una anécdota que corre por cuenta de Daniela Bozza: Ocurre que durante la última visita a Chile de la prestigiosa diseñadora española Agatha Ruiz de la Prada , esta última apareció con su comitiva cruzando y revoloteando desde el Museo de Bellas Artes. Se acercó a su tienda para escudriñar. Y Daniela, entre sorprendida y avispada sólo atinó a decir muy fuerte ¡Agatha! . La española reaccionó con besos, fotos y un abrazo cual amigas de la infancia que se reconocen años más tarde. Era un saludo de diseñadora a diseñadora y media. Seguramente la ibérica reconoció en Bozza los condimentos del buen gusto que sólo entre diseñadores se perciben, y quedó retratado para siempre en su tienda como signo que augura el éxito de su trabajo. Qué envidia.

Fotos: Gentileza Alejandro Galvez, Modelos: Angelica y Antonella, Agencia: Rebel, Maquillaje: Denis Basso