La cantante de Soul estadounidense Aretha Franklin se convirtió en todo un símbolo de la lucha por la igualdad de derecho de las mujeres y de los afrodescendientes. Dentro de ese rol su versión de “Respect” es todo un ícono.

Lo primero que hay que tener claro es que esta canción estuvo lejos de ser creada para ser cantada a mandíbula batiente por las mujeres. “Respect” es original de Otis Redding, un hombre que en 1965 decidió que debía reclamar por “sólo un poquito” de respeto hacia él de parte de  su mujer.

Pero el autor no contaba con que aquella cantante de Soul originaria de Detroit escuchara la canción y quisiera grabarla. Aretha Franklin recordaría más tarde que en cuanto conoció la versión de Redding se enamoró de ella y quiso incluirla en su repertorio, “Simplemente me encantó, y decidí que quería grabarlo”, dijo.

Pero no la dejó igual hizo algunos cambios, siendo el más significativo el de coro que dice: “sock it to me” (algo así como “damelo a mi”).

Respecto a esa modificación del original, Franklin destaca que estaba con su hermana Carolyn en el departamento de ella, al lado del piano,  viendo pasar los autos, y se nos ocurrió esa línea ”sock it to me’”.

La cantante aclaró posteriormente que no se trataba de darle una connotación sexual a la frase, sino que era un “cliché popular del momento”.

Si bien la versión de Franklin se convirtió en un ícono con los años, su éxito pudo haberse presagiado desde el día en que se grabó. La historia dice que los que estaban en el estudio durante la grabación quedaron cautivados por la nueva versión. Uno de los ingenieros presentes, Tom Dowd, asegura que quedó paralizado por el cántico de “sock it to me”: “¡Me caí de la silla cuando escuché eso!”.

Había un coro de mujeres acompañando a la cantante, lo que incrementaba la emoción en el estudio. Precisamente respecto de eso,  el ingeniero Arif Mardin dijo a la revista Rolling Stone. “He estado en muchos estudios en mi vida, pero nunca hubo un día como ese (…) Era como un festival”.