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Los Trinitarios son una de las pandillas más temidas de EE.UU., pero en su historial hay un hecho que da una dimensión diferente a su negativo historial: las “Barbies Malas”.

Tal como su nombre lo indica, este grupo está formado por alrededor de 100 mujeres que prestan todo tipo de servicios a los hombres de la pandilla, que las consideran como su “propiedad”, una aberrante distinción que les da un control absoluto sobre ellas, llegando incluso a violarlas, someterlas como esclavas sexuales e incluso exponerlas a la prostitución.

El área de acción de las “Barbies malas” se centra en el barrio del Bronx en Nueva York, según una nota publicada por Infobae, donde son ampliamente conocidas y temidas porque ayudan a mantener el terror y el control de su grupo criminal.

Entre los trabajos que deben hacer las “Barbies Malas” está el de transportar drogas y armas a lo largo de la ciudad, escondiéndolas en los carros de sus bebés. Heroína, fentanilo, marihuana y machetes son parte del cargamento que deben mover de un lugar a otro. “Los miembros masculinos saben que es muy difícil que la policía revise a las mujeres, sobre todo a las madres”, reveló un experto en pandillas al diario The New York Post.

Las “Barbies Malas”, al ser el brazo femenino de la banda, deben estar siempre dispuestas y listas para obedecer y atender las necesidades de los hombres del grupo, las que pueden incluir dar refugio en sus casas a los pandilleros buscados por la policía o esconder droga que luego será vendida.

Estas mujeres están orgullosas de su rol dentro de su grupo criminal, tal como lo demuestra su costumbre de pegar recortes de prensa que las citan en las paredes de sus casas.

Esta forma en que tratan a sus mujeres ha hecho que los Trinitarios sean vistos como un grupo misógino, un rasgo que se acentúa por su criminal costumbre de violar a las mujeres de sus enemigos y luego publicar los videos para provocarlos y avergonzarlos.