Una crítica, o quizás una burla, sobre el cuerpo de una mujer le costó al comediante estadounidense Chris Rock un golpe en plena ceremonia de los Oscar. Pero, muchas veces comentarios como el del artista, o incluso peores, pasan inadvertidos, hiriendo y dañando especialmente a las mujeres.

Frases que para muchos se dicen “por el bien del otro” terminan mellando la salud mental de los demás. Por ejemplo: “estás un poco gorda”, “no has hecho nada para tratarte ese acné” o “hay una crema súper buena que te sacaría toda esa celulitis”.

Lo curioso en que a primera vista parecen aseveraciones bien intencionadas, pero no lo son y en la práctica se está criticando o avergonzando a otra persona por su apariencia física.

Y si bien llevamos décadas escuchando comentarios de este tipo, actualmente las mujeres (y también los hombres, por supuesto) estamos más expuestas que nunca a estas afirmaciones. Sólo es cosa de dar una vuelta por algunos perfiles de Instagram para leer críticas de este tipo y otras muchísimo más crueles.

Por ello es necesario saber cómo reaccionar ante comentarios ofensivos sobre nuestra apariencia y evitar por sobre todo que nos hagan daño. Para eso hay al menos dos estrategias que resultan de gran ayuda, el body positivity (cuerpo positivo, en inglés) y el body neutrality (cuerpo neutral).

Por un lado, con el body positivity se busca cambiar la definición de belleza desde un ideal que prácticamente no existe a uno más real, impulsando así a amar las imperfecciones.

El principio básico de esta forma de combatir el ataque al cuerpo es que hay muchas maneras de ser bello, por lo que podemos apreciarnos y amarnos dejando de lado los estándares de belleza de la sociedad.

Tal como explica el sitio Therapychat.com, se trata de un movimiento centrado en adoptar actitudes positivas hacia nuestros cuerpos sean como sean: ¡Ama tu cuerpo! ¡Todos los cuerpos son bonitos! ¡Mi cuerpo es bello con todos sus “defectos”!, son algunas de las premisas de esta forma de reaccionar a las críticas.

El body neutrality, por su parte, tal como su nombre lo dice, considera el cuerpo como algo neutro, haciendo hincapié en que no es necesario estar siempre a gusto con nuestros cuerpos, sino que habrá veces en las que no lo estaremos y eso es normal, como nos pasa con otras facetas de nosotros mismos.

Este enfoque se concentra en cuidar el cuerpo, disfrutar de él integrándolo como una máquina que te ayuda a moverte por el mundo y a vivir; una máquina que hace muchas cosas por ti como, por ejemplo, sentir el abrazo de alguien al que quieres, oler flores, etc.