En época de problemas, sean particulares o colectivos, el cerebro busca formas de recompensarse, haciendo que la ansiedad llegue a sus niveles más perniciosos para cubrir vacíos, acallar al cuerpo y soportar el estrés. En ese sentido, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad asegura que las incertidumbres que genera el presente contexto social hacen que casi todos segreguemos menor cantidad de neurotransmisores (serotonina, dopamina y noradrenalina) cuya carencia nos genera ansiedad y un apetito incontrolable como forma de calmar el estrés.

¿Cómo hacer para que la ansiedad no nos pase la cuenta? El problema de la ingesta desmedida de alimentos es que repercute lamentablemente en el peso, generando en no pocos casos problemas de salud, por eso es bueno que sepas cómo controlar la ansiedad.

Existen prestigiosas investigaciones científicas que han encontrado fórmulas eficaces para evitar  sentir a todas horas un apetito voraz. El sitio web sabervivirtv.com hizo un catastro de algunos trucos y a continuación te revelamos algunos para olvidarte de la ansiedad por comer.

Masticar chicle: el acto físico de mascar nos tranquiliza, al aumentar el flujo sanguíneo al cerebro.

Reemplazar el azúcar por Stevia: además de tener cero calorías este endulzante, regula los niveles de glucosa en sangre y la presión, reduce la ansiedad por comer y evita la acumulación de grasas, según indican varios estudios de la Universidad Aarhus de Dinamarca.

Comer maní crudo y nueces: el maní crudo es uno los alimentos más ricos en niacina, hormona que combate la ansiedad e insomnio. En tanto que las nueces ayudan al sistema nervioso, gracias a sus ácidos grasos omega 3, disminuyendo el estrés.

Bajar el consumo de bebidas excitantes: la idea es reemplazar su consumo por otros bebestibles que calman los nervios como un vaso de leche o el zumo de tomate natural que calma el hambre a deshoras.

Consumir algo de picante: según la Universidad Purdue de Indiana (EE. UU.) la sustancia que hace picante al ají, llamada capsaicina, reduce la sensación de hambre y aumenta el gasto calórico.