La reconocida modelo y ángel de Victoria’s Secret, Heidi Klum, es, por estos días, un claro ejemplo de cómo una mujer puede abrazar el paso del tiempo con confianza, autenticidad y amor propio. A sus 51 años, ha sabido adaptarse a los cambios físicos que conlleva la madurez, ajustando su rutina de belleza, alimentación y bienestar para mantenerse saludable y en buen estado físico.

Quizás la clave principal para llegar a la madurez de tan buena forma radique en la manera en que ha afrontado el paso de los años. En una reciente entrevista, Klum habló sin tapujos sobre los cambios en su cuerpo, desde la aparición de vello en lugares inesperados hasta la pérdida de visión con la edad. Todas estas situaciones las ha decidido tomar con humor y confianza.

Su seguridad no es casualidad; la modelo asegura que su madre, Erna Klum, le enseñó a ser feliz con la imagen reflejada en el espejo, recordándole que el amor propio es la clave para disfrutar cada etapa de la vida.

“La gratitud es fundamental”, confiesa la exmodelo. Su actitud positiva y su enfoque optimista son los pilares de su bienestar emocional, demostrando que la belleza no solo está en el exterior, sino en cómo nos sentimos por dentro.

Ella misma ha relatado que, con los años, ha simplificado su rutina de cuidado personal, apostando por la comodidad y la practicidad. Además, ha adaptado el cuidado de su piel a sus nuevas necesidades, eligiendo cremas más nutritivas que aportan hidratación y luminosidad. En este proceso, ha logrado entender que la piel cambia con la edad y necesita productos específicos para cada etapa.

Junto con lo anterior, la alimentación de la ex modelo juega un rol clave. Siempre ha sido un pilar fundamental en su vida. Sin embargo, con los años, ha ajustado su dieta para favorecer la digestión y el equilibrio interno.

Así logró establecer distintos pilares en relación a lo que consume diariamente:

• Alimentos cocidos y ricos en fibra: Prefiere sopas de caldo de huesos y pan negro alemán, ideales para una mejor digestión.
• Masticación consciente: Ha aprendido a masticar mejor sus alimentos, optimizando la absorción de nutrientes.
• Evita los ultraprocesados: Prefiere alimentos frescos y naturales para cuidar su salud desde adentro.