A pocos días de haber participado en su sexta olimpiada, y a pesar de no haber obtenido los resultados esperados, la nadadora chilena asegura que su próximo desafío serán las olimpiadas de Los Ángeles en 2028, aunque antes tiene competencias muy relevantes.

Con 39 años, Köbrich está lejos de pensar en el retiro de una carrera olímpica que comenzó en Atenas 2004. Su última actuación en la arena olímpica no fue lo que esperaba, aunque logró ser parte de una competencia en la que recién por segunda vez se incluyó a  mujeres: los 1.500 metros de natación.

Sin embargo, su desempeño en esa prueba no fue el esperado y ella misma declaró a La Tercera estar disconforme con su resultado: “Este tiempo no estuvo bien. La serie se tuvo que dividir en tres, porque no se usan más las 10 pistas, y eso se vio en la serie. Una adelante, yo al medio, otra atrás. Era raro. Eso es algo que tengo que analizar y ver qué pasó, y cómo hacer que sea distinto más adelante”.

Respecto a continuar compitiendo, es importante destacar que Köbrich ya ostenta un lugar destacado. Es la única persona que ha participado en 12 mundiales de natación, siendo el último el de Doha, el año pasado, donde obtuvo el octavo lugar en los 1.500 metros, pese a no clasificar en los 800 metros.

Para mantenerse en ese nivel de competencia, la nadadora nacional ha tenido que hacer varios sacrificios. Primero, su familia, ya que recién salida del colegio, a los 18 años, se fue a Argentina a vivir a la casa de su entrenador Daniel Garimaldi. Allí, es una más de la familia, tanto que considera a sus hijos y su nieto como sus hermanos y su sobrino.

Pero no es lo único. Köbrich ha priorizado su carrera, lo que le ha valido tener que responder continuamente incómodas preguntas de su entorno. Aunque lo toma desde la perspectiva de alguien convencido de su decisión.

“No los culpo, porque es algo cultural. Así como desde hace 15 años me han preguntado cuándo voy a dejar el deporte. No me voy a poner a cuestionar si está bien o está mal. Es la gente que quiere preguntar sobre casamiento, la casa propia, y cuándo vas a estudiar para tener un diploma o un título. No he pisado nunca una universidad y no me considero menos inteligente por eso”, asegura.

Respecto a la maternidad, añade: “Me han preguntado y he tenido parejas, pero sigue siendo una elección. No sé si ha sido un tema tabú o qué, pero yo no tengo la intención de ser mamá. No sé si es por la natación, pero de tía chocha no me saca nadie”.