No uno, sino dos estudios de diferentes universidades en tiempos distintos descubrieron que el hombre chileno tiene la voz más aguda que el resto de sus congéneres de Sudámerica.

El último de los análisis realizados por la Universidad de Playa Ancha determinó que, en comparación a otros países de la región, los hombres chilenos tienen voz más aguda.

La fonoaudióloga y coordinadora del Laboratorio de La Voz de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), Paulina Zavala, explicó que, por ejemplo, en Brasil los hombres presentan un registro de entre 80 y 110 hertz ciclos por segundo, lo que correspondería a los tonos más graves de un piano.

En tanto que en Chile, los varones tienen una voz que se sitúa entre los 160 e incluso 190 hertz, lo que resulta un tono mucho más agudo.

La profesional explicó que “en general, las personas que comúnmente se conocen como “voz de pito” no solamente tienen una voz aguda, sino que también son súper nasales. Entonces, la voz nasal, se percibe como voz de pito y es porque estoy usando un parlante más chico, que es el de la nariz”.

Anteriormente, en 2014, la Universidad Andrés Bello dio a conocer un estudio similar en el que se analizó a 126 hombres entre 14 y 45 años. En ese análisis se descubrió que un 13,4% sufría puberfonía, lo que significa que la faringe no está bien ubicada.

En esa ocasión la fonoaudiólogo de la mencionada casa de estudios, Loreto Nercelles, precisó que la mala ubicación de la faringe origina que las cuerdas vocales encargadas de dar gravedad la voz de una persona se mantengan más tensas y, por ello, con tonos más agudos.

Adicionalmente, la profesional explicó entonces, que este problema se debe a factores ambientales, o del contexto, como que el hombre haya tenido una madre sobreprotectora, por ejemplo.

Precisamente,  Loreto Nercelles expone este fenómeno en su tesis doctoral indicando que los niños con una madre sobreprotectora tienen 7,3 veces más riesgo de presentar puberfonía que quienes tienen una progenitora que no lo es. En el mismo documento, la especialista precisa que una de las causas de este fenómeno está en el hecho que en aquellos casos en que la figura del padre no está presente, sea por abandono u otra circunstancia, “se observan madres aprensivas, afectuosas en extremo, infantilizadoras, de modo de reparar las carencias secundarias al abandono del progenitor”.

Además, el estudio de la especialista agrega que, a medida que el hijo va creciendo, a estas madres “se les hace difícil realizar el duelo de la imagen de hijo como niño y relacionarse como un sujeto en vías de ser adulto”, lo que a su modo de ver afecta directamente el desarrollo de éste en diversas áreas, incluida la voz.