Si bien Chile no clasificó al encuentro Mundial de Fútbol en el país árabe, si por alguna razón estás pensado ir a ver en vivo un partido a uno de los países más ricos del orbe, tienes que tener presente algo: las mujeres deben vestir bajo estrictas normas.

Recordemos en primer término que en Qatar el poder está en manos del emir, y se rige por la Sharia, el sistema legal islámico, el cual se aplica a gran parte de la vida cotidiana.

En este marco, la nación que tiene un ingreso per capita de US$ 94.000 millones, pareciera muy globalizada y las imágenes que vemos de ella son de ciudades modernas y prósperas. Sin embargo, en cuanto a outfit femenino, hay normas que son inviolables.

Partamos por el principio, si una mujer quiere ir a ver los partidos del mundial en vivo deberásacar la tarjeta Hayya que en el caso del mundial de Qatar funcionará como una tipo Fan ID, y permitirá asistir a los encuentros deportivos.

Al preparar la maleta, tendrás que tener presente que, como es un país que se rige por la Ley islámica, existe un código de vestimenta estricto, que en el caso de las mujeres sólo permite dejar al descubierto la cara.

Lo anterior significa que al momento de ir al estadio no están permitidos los vestidos cortos, los escotes, los leggings, shorts cortos o bermudas. Tampoco se pueden mostrar los hombros o una superficie importante de los brazos. En definitiva, vas a tener que taparte la mayor parte del cuerpo hasta debajo de la rodilla.

En el caso de los pantalones, éstos si pueden utilizarse, pero no pueden ser rotos, razgados o apretados. Y si definitivamente optas por vestir el sari, sí lo puedes hacer, pero no es obligatorio.

Adicionalmente, no podrás llevar a tu viaje, alcohol, revistas con pornografía, ni tampoco libros de contenido religioso.

Y una vez allá, cuando estés disfrutando de la justa deportiva, no te olvides -especialmente si vas con tu pareja- que las manifestaciones de afecto o muestras de cariño en público no son aceptadas, sin importar el género o la orientación sexual de sus protagonistas.