Generalmente las comparaciones entre hombres y mujeres en diversos campos arrojan diferencias que pueden llegar al 10% o al 20%, pero a más del 80% es poco probable. Precisamente eso ocurre en el caso de las cifras de homicidas a nivel mundial, donde se estima que el 95% son hombres y sólo el 5% mujeres.

Esos datos corresponden al estudio más reciente al respecto publicado la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), publicado en 2014, cerca de 95% de los homicidas a nivel global son hombres.

Hay que precisar que la balanza se inclina también para el lado de los hombres a la hora de analizar las víctimas de homicidio. En un informe publicado en marzo por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas sobre las tendencias de la delincuencia a nivel mundial, se afirma que alrededor del 80% de las víctimas de homicidio intencional en todo el mundo son hombres.

En el caso de Chile, el reporte del primer semestre de 2022 de la PDI indicó que en el caso de los víctimas la mayoría son hombres con 400 casos versus 34 de mujeres. En tanto que el 2021 esa proporción fue de 320 hombres y 35 mujeres.

Pero ¿por qué esta diferencia en los autores de los asesinaros? No hay  una teoría única al respeto. Por una parte, existen quienes aseguran que es un tema hormonal. El profesor de Psicología y Criminología de la Universidad de Barcelona, Antonio Andrés Pueyo,  dijo al respecto a BBC Mundo que “ cuando uno observa que los hombres son más violentos físicamente, más agresivos que las mujeres, naturalmente lo que más sobresale desde el punto de vista hormonal es la preponderancia de la testosterona”.

Y es que la testosterona, explica el académico, tiene una relación directa con la competitividad “y a veces la violencia es el último paso de la competitividad”.

Pero también, hay quienes postulan que se trata de un tema cultural. El director del Instituto de Criminología de la Universidad de Cambridge, Lawrence Sherman, considera que existen factores culturales, sociales y políticos que se correlacionan para incidir en la inmensa diferencia en las tasas de homicidios cometidos por hombres y mujeres.

Ahora bien, un dato que llama la atención a la hora de analizar los homicidios es el hecho de que cuando se dividen las cifras y se aislan los que tienen como víctimas a niños menores, los porcentajes se revierten y los homicidas son mayormente mujeres.

“Las mujeres son más autoras de infanticidios, especialmente de bebés, que los hombres. Parece fácil la explicación: ellas son las que están a cargo de su cuidado”, dice Pueyo.

Y en cuanto a la motivación pueden ir desde el hecho de que han ocultado el embarazo, por lo que los asesinan antes que alguien se de cuenta de la existencia del pequeño; porque la madre está sufriendo una depresión grave; e incluso por el hecho de que quieren vengarse del padre, aunque eso es en la menor cantidad de casos, asegura el especialista español.

Finalmente, donde sí hay coincidencia, es en el hecho de que no es posible sacar conclusiones muy generales en cuanto a los homicidios, ya que cada caso, cada víctima  y cada victimario son únicos.