En noviembre de 2022, la Agencia Espacial Europea (ESA) hizo historia al seleccionar, por primera vez, a una mujer española como astronauta: Sara García Alonso. Aunque actualmente ocupa el puesto de astronauta de reserva, este hito representa un avance significativo para la ciencia y para muchas niñas que buscan referentes en el ámbito de las carreras científicas.

El rol de astronauta de reserva es fundamental dentro de la ESA. Aunque no participan activamente en misiones espaciales inmediatas, estos profesionales se someten a una preparación constante, incluyendo exigentes pruebas físicas, formación técnica y capacitación en simuladores espaciales. De este modo, están listos para incorporarse si surge una oportunidad o necesidad.

Pese a la relevancia de este rol, Sara no solo es pionera en la exploración espacial, sino también en el mundo de la ciencia. Nacida en León en 1989, es doctora en Biología Molecular y ha dedicado su carrera a la lucha contra el cáncer. Actualmente trabaja en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de España, donde participa en proyectos enfocados en el desarrollo de nuevas terapias para el tratamiento de tumores.

Su selección como astronauta fue el resultado de un riguroso proceso en el que compitieron más de 23.000 candidatos de toda Europa. Desde entonces, ha comenzado un exigente entrenamiento en el Centro Europeo de Astronautas en Colonia, Alemania. Este programa de preparación abarca supervivencia en condiciones extremas, prácticas con trajes espaciales, buceo, medicina de emergencia, robótica y formación en aeronáutica y mecánica orbital.

Durante este proceso, Sara ha demostrado disciplina, compromiso y vocación, convirtiéndose en una figura admirada no solo en España, sino también en el ámbito internacional. Se ha transformado en un verdadero referente para niñas y jóvenes que sueñan con carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Además, en enero de este año, Sara García Alonso publicó su primer libro, titulado Órbitas, una obra en la que combina ciencia, autobiografía e inspiración. En él, comparte sus vivencias personales, los desafíos de su carrera y cómo ha logrado mantener los pies en la tierra, aunque sea astronauta.

Si bien, al ser astronauta de reserva, aún no tiene una misión espacial asignada, en caso de viajar más allá de la estratosfera, podría dedicar su estadía en el espacio a investigaciones científicas que contribuyan a la cura del cáncer, una tarea a la que ha dedicado los últimos años de su carrera profesional.