La inseguridad es un tema que ha copado la agenda pública y también las conversaciones privadas. Casi todos los días se escucha de asaltos, portonazos y asesinatos, y aunque la idea no es entrar en pánico, si es bueno prepararse.

Además, los expertos están todos de acuerdo en el hecho de que más que oponer resistencia en un robo, por ejemplo, lo aconsejable es entregar los objetos que nos están pidiendo y cuidar la vida. Claro que algo que sirve para pedir ayuda o escapar puede ser útil. De ahí una lista de esos utensilios:

Gas pimienta: tal vez uno de los más populares dentro de los objetos de defensa personal. Este gas produce una sensación de irritación en los ojos, provoca lágrimas, cierre involunto de ojos, tos y dificultad para respirar. Con esto el atacante queda inhabilitado, aunque no herido de manera letal. Eso sí, los gases pimienta son artículos restringidos por la Ley de control de armas en Chile, por lo que al comprarlo se debe acreditar mayoría de edad.

Tarjetas de navaja: aparentan ser una tarjeta de crédito normal, aunque  aunque miden unos milímetros más. Están formadas por tres partes: dos retráctiles a los lados derecho e izquierdo, con una doblez preestablecida y una tercera parte que es la hoja. La hoja de la navaja está extremadamente afilada y se esconde en el centro de la falsa tarjeta. Cabe precisar que en el caso de Chile,  la Ley permite sólo comprar (y comercializar) hojas que no  excedan de 11 centímetros, medidos desde el reborde o tope del mango hasta el extremo.

Kubotan: es un arma tradicional japonesa y tiene la ventaja de parecer sólo un accesorio al ojo de un inexperto. Consiste en un cilindro de metal, plástico o madera de 14 cm (máximo de 20 cm) y 1,5 cm de grosor, algo más estrecho que un plumón. Habitualmente viene con un llavero para facilitar su transporte y camuflarlo. Tiene varias utilidades: sirve para romper vidrios en caso de secuestro, puede aplicarse en puntos de presión del cuerpo del asaltante y además en un llavero  permite utilizar las llaves como un látigo, con el kubotan como empuñadura (o a la inversa).