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Los alimentos que los niños menores de 5 años deberían consumir todos los días

La alimentación en los primeros años de vida es fundamental para su desarrollo.

La alimentación es clave para una buena salud en todas las etapas de la vida, pero tiene especial importancia en los primeros 5 años del niño, momento de crecimiento en el que se desarrollan las conexiones neuronales. En esta etapa sus hábitos alimenticios impactan de lleno en lo que será su vida adulta.

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Por esta razón, BBC Mundo ha consultado a diversos especialistas para orientar a los padres respecto a los alimentos fundamentales durante los primeros 2.000 días de vida de niños y niñas.

Leche materna

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda amamantar hasta los 2 años y que este sea el único alimento durante los primeros seis meses de vida. Ni agua ni té, solo leche materna, ya que protege al niño de diversas enfermedades mientras crece y de patologías en la vida adulta, como diabetes, asma y obesidad.

Por esto, la alimentación de la madre es clave: “La madre necesita ingerir calorías suficientes y de calidad. Aconsejamos, por ejemplo, comer un huevo al día y un pescado a la semana, para asegurar el aporte de nutrientes importantes para el desarrollo del cerebro”, sostiene el Dr. José Nélio Cavinatto. También recomienda evitar el consumo de alimentos superprocesados.

En el caso de las madres que, por diversos motivos, no puedan amamantar a sus hijos, se aconseja la leche de fórmula.

A partir del sexto mes, la leche materna se complementa con una ingesta de papilla y puré de frutas una vez al día. Entre el séptimo y octavo mes, dos veces al día. Desde el octavo mes, se aconseja ir incluyendo alimentos como legumbres, cereales o tubérculos (arroz, papa, pasta, pan integral), proteína animal (pollo, carne, pescado, huevos) y hortalizas, siempre sin añadir sal.

Verduras

Las verduras deberían representar el 50% del plato. En niños de 1 y 2 años, se aconseja comer dos raciones diarias, y aumentar a tres al cumplir 3 años.

“El hierro es esencial para el desarrollo neurológico en la primera infancia y fundamental para varios procesos metabólicos que son especialmente importantes en este período de la vida”, explica la pediatra Mônica Moretzsohn.

Las verduras aportan hierro, ácido fólico, fibra, vitaminas y minerales; todos nutrientes que, si faltan, pueden derivar en diversas enfermedades.

Cereales y tubérculos

Se recomienda que el 25% del plato de los niños incluya este grupo de alimentos. Por ejemplo: arroz, avena, maíz, trigo, pasta, harina, pan y papa. Fuentes de carbohidratos, son importantes para que los pequeños crezcan y tengan energía.

Tanto su consumo insuficiente como en exceso puede tener consecuencias en el niño: desgano y mal humor en el primer caso, obesidad y diabetes en el segundo. Esta es la ingesta recomendada, según la edad:

- 1 a 2 años: 3 raciones al día.

- 2 a 3 años: 5 raciones por día.

- 4 a 5 años: 4 raciones por día.

Carnes y huevos

La proteína animal es fuente de vitamina B12, fundamental para el desarrollo del niño. Debería ocupar un 1/8 del plato. Ingesta recomendada:

- 1 a 3 años: 2 raciones de carne o huevo al día.

- 4 a 5 años: 1 ración al día.

La Dra. Moretzsohn aclara: “El huevo también es un alimento muy rico en proteínas, pero no es muy rico en hierro, por lo que no puede usarse como la única fuente de proteínas para los niños”.

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Legumbres

Otro 1/8 del plato se aconseja que sean legumbres, como lentejas, garbanzos, frijoles y soya, por su alto contenido de hierro, zinc y magnesio.

Aceites

Estos se incluyen en la alimentación del niño al momento de cocinar y condimentar. ¿Cuáles usar? Aceite de oliva, canola, maíz, girasol, soja, linaza, coco, salvado de arroz y semilla de algodón.

Frutas

Como postre, merienda o colación, se recomienda que los niños coman tres porciones de fruta al día. Son excelente fuente de fibra y vitaminas. También son válidos los jugos naturales, pero no como reemplazo.

Lácteos

Se aconseja que los niños consuman lácteos a partir del primer año de vida, unas tres raciones diarias. Leche, queso y yogur son los alimentos básicos que aportan calcio, clave en el desarrollo de los huesos (incluidos los dientes) y los músculos.

En este caso también es importante respetar los tiempos: “Un niño alimentado con mucha leche de vaca en el primer año de vida puede volverse obeso, porque la leche de vaca tiene tres veces más proteínas que la leche materna”, advierte el Dr. Cavinatto.

Para los niños que no puedan consumir lácteos, se aconsejan alternativas altas en calcio como frutos secos, legumbres, cereales, leche de soya fortificada, tofu, algas, acelga y espinaca.

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