Paredes, continúa describiendo qué fue lo que vivió esa madrugada junto a sus amigos. “Allí, fue que decido tomar foto a una barranca y justo veo sobre el cerro una luz, que tanto para mí como para mi compañero era el lucero de la luna, por lo que disparo y en ese instante la luz se va. No se mueve hacia ningún lado, solo desaparece, por lo que pensé `una nube me arruinó la foto`, por lo que preparo nuevamente la cámara”. Cierra el episodio afirmando que: “La luz aparece nuevamente, así que vuelvo a disparar y, sorpresivamente, desaparece por segunda vez, para finalmente no regresar más”.

Portada de la revista que realizó la investigación.

Sorpresa e investigación

Luego de descubrir la impronta lumínica dejada por el fenómeno en sus fotografías, intentó editar la foto para poder determinar qué fue lo que originó la impronta. La imagen muestra una especie de tubo fluorescente que apareció y desapareció dos veces, súbitamente. Publicó la foto en su perfil de redes sociales con un comentario humorístico referido a ovnis.

Dos días después de publicada, fue contactado por un ufólogo que integra la Federación Argentina de Ovnilogía (FAO), de nombre Luis Burgos. El estudioso de dichos fenómenos quería analizar con mayor detalle las fotografías. La primera hipótesis que surgió luego de analizarlas fue que podría ser una serie de Starlink, la red de satélites de comunicaciones que se desplazan cercanos unos a otros.

Paredes desechó tal hipótesis por haber fotografiado con anterioridad tales satélites, y, por lo tanto, conocer detalles de su impronta y desplazamientos. La conclusión final, que fue publicada por la Revista AFFI: “Es un fenómeno y posiblemente lo tratemos como un tema no resuelto”.