¿Cómo lograr mejor suerte en el amor?

Las rupturas amorosas muchas veces hacen que se culpe a los demás y a su falta de capacidad para amar, pero, ¿cuál es nuestra capacidad? ¿cuánto amor nos entregamos a nosotros mismos?

¿Existe alguien que nunca haya tenido mala suerte en el amor? Como canta la canción de Américo: “Que levante la mano quien no sufrió por amor”.

Dada mi experiencia en el trabajo con parejas, creo que hay explicaciones más satisfactorias que podemos encontrar en relación a aquellas situaciones en la vida donde una y otra vez nos vemos enfrentados a dolorosas rupturas de pareja.

amor

Foto: El Mercurio

Por debajo de esa “suerte” que muchos mencionan,  se esconde el hecho de  que en variadas ocasiones se eligen una y otra vez, a compañeros/as que no los aman de la forma en que necesitan ser amados, sin embargo, siguen con ellos en relaciones insatisfactorias y a veces hasta tóxicas y tormentosas. Creo que una de las causas más potentes está principalmente en la valoración que tiene esa persona de sí misma.

Vivimos en un mundo que continuamente nos refuerza el hacer, el parecer, y el complacer constantemente a los demás, y no nos enseñan a amarnos y complacernos primero a nosotros mismos, lo que es algo que tenemos que aprender con el fin de crecer y madurar en nuestra capacidad de amar y ser amados.

Frecuentemente en la consulta les propongo a mis pacientes realizar un ejercicio que consiste en mirarse al espejo y decir “Me amo y me acepto completamente”. Les puedo decir que en el 99% de los casos la persona que tengo al frente no puede hacerlo, simplemente se ve imposibilitada de hacerlo con fluidez y naturalidad, considerando que es solo una frase que se puede decir al aire, pero no es tan así, ya que es una frase potente y que en la gran mayoría de las personas genera sentimientos intensos, porque estamos hablando de uno de nuestros puntos débiles: nuestra valoración personal.

Puede que muchos de nosotros sintamos que tenemos una autoestima alta, que nos queremos moderadamente, pero ¿Cuántas veces refuerzo eso en el día?, ¿Qué me digo a mí mismo cuando me equivoco? ¿Cuánto me permito mis propios errores?

Recordemos que en la vida obtenemos lo que damos, por lo tanto, si me doy amor a mí mismo, recibo amor de los demás, si pido amor afuera, lo más probable es que desde afuera igualmente me pidan amor, ¡no que me den más amor!

Ese es el clásico error que cometemos y es la confusión que tenemos. No tengo que esperar que me acepten o me hagan feliz, mi responsabilidad conmigo es aceptarme y hacerme primero feliz a mí mismo. Aquí es cuando hay personas que se sienten egoístas, pero esto no debe ser malentendido, eso se llama amor hacia uno mismo. Simplemente no puedo dar lo que no tengo. Si no me quiero de manera incondicional  ¿Cómo espero que otros me quieran de esa manera?

Así que creo conocer el mejor tratamiento de belleza: Quererse cada día más. Esto consta de perdonarse, regalonearse, felicitarse, agradecerse y piropearse,  practíquenlo diariamente esta semana, les aseguro que Ustedes y quienes los rodean lo notarán.

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