Fobia social: El trastorno del miedo a ser mal evaluado por los demás

¿Será posible que realmente no estemos preparados para el examen y la evaluación que pueden hacer de nosotros?
Fobia social

La fobia social viene aparejada de una serie de consecuencias.

¿Quién no ha sentido ansiedad al tener que hablar en público frente a una gran audiencia? ¿Quién no se ha puesto nervioso al entablar una conversación con alguien del sexo opuesto al que no conocemos y que consideramos atractivo? ¿Quién no ha sufrido antes de dirigirse a un superior para pedirle algo?

Pues bien, todas estas situaciones nos pueden ayudar a entender a un fóbico social. En todas ellas, es posible experimentar ansiedad por el temor a sentirnos evaluados negativamente por lo demás.

La Fobia social forma parte de los trastornos por ansiedad y no fue reconocida como entidad diagnóstica sino hasta los años 80, con la aparición del DSM-III. La academia justifica la falta de reconocimiento previo de esta entidad diagnóstica mediante razones como la falta de tratamiento para el mismo y su frecuente comorbilidad (presencia de uno o más trastornos).

Actualmente, según su última versión (DSM-V), la Fobia Social o Trastorno de ansiedad social debe cumplir principalmente con los siguientes criterios:

  1. Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que el individuo está expuesto al posible examen por parte de otras personas (por ejemplo, en interacciones sociales, al ser observado o al actuar delante de otras personas). En ellas, el individuo tiene miedo de actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad que se valoren negativamente (es decir, que lo humillen o avergüencen; que se traduzca en rechazo o que ofenda a otras personas).
  2. Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad, se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensas. Lo anterior, debe durar seis o más meses para constituir un trastorno.
  3. El miedo o la ansiedad experimentadas son desproporcionados a la amenaza real planteada por la situación social y al contexto sociocultural. Y, además deben ser clínicamente significativas.

Fobia social

Ahora bien, tal como se describió anteriormente, sentir ansiedad en determinadas situaciones sociales es algo relativamente común. Sin embargo, el problemas surge cuando dicha ansiedad alcanza una intensidad demasiado alta; interfiriendo con la capacidad de una persona para funcionar adecuadamente en esas situaciones.

Cabe destacar que otra característica de esta fobia es que las personas que la experimentan no tienen dificultades cuando realizan las mismas tareas en privado. Es decir, su conducta se deteriora sólo ante la presencia de otros.

Según varios estudios, las situaciones más frecuentemente temidas por los individuos fóbicos sociales serían: Iniciar y/o mantener conversaciones;; citarse con alguien; asistir a una fiesta; comportarse asertivamente; llamar a alguien por teléfono: hablar con personas de autoridad; devolver un producto a la tienda donde lo ha comprado; hacer contacto ocular con gente que no conoce; hacer y recibir elogios; asistir a reuniones; hablar en público; actuar ante otras personas; ser el centro de la atención; comer; escribir/trabajar mientras lo están observando, etc.

A pesar de lo que se pensaba anteriormente, la fobia social actualmente puede ser tratada con eficacia gracias a distintas técnicas psicoterapéuticas.

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