Teoría de los 4 temperamentos: Así definió las personalidades Galeno, ¿cuál eres tú?

Cuatro tipos de personalidad fueron formulados por el filósofo y médico Claudio Galeno hace muchísimos años.

Teoría de los 4 temperamentos

Inicialmente, el filósofo griego Empédocles definió que las cualidades de los cuatro elementos básicos (tierra: seca y fría; aire: cálido y húmedo; fuego: cálido y seco; y, agua: fría y húmeda) podían explicar la existencia de todas las sustancias conocidas. Más tarde, Hipócrates –padre de la Medicina- elaboró un modelo médico basado en estos mismos elementos, las cualidad de los cuatro fluidos o humores corporales.

Basándose en todos estos antecedentes, doscientos años más tarde, Claudio Galeno (129-201 dC.) elabora su teoría de la personalidad. Para este médico, cirujano y filósofo romano, los niveles de humores corporales y las inclinaciones emocionales de la persona (su temperamento) se encontraban íntimamente relacionados.

Teoría de los 4 temperamentos

Así, definió sus cuatro temperamentos básicos: Melancólico, flemático, colérico y sanguíneo. Lo anterior, en función del equilibrio de humores en el cuerpo; es decir, si uno de los humores abunda en el cuerpo, predomina algún tipo de personalidad.

Según Galeno, dichas relaciones se darían de la siguiente forma:

  1. Una persona sanguínea tendría demasiada sangre. Lo anterior, la haría una persona alegre, optimista, segura de sí misma y cordial; sin embargo, también podría tornarse algo egoísta,
  2. Una persona flemática tendría demasiada flema. Lo cual, la haría una persona amable, fría, apacible, racional y constante; aunque también algo lenta y tímida.
  3. Una persona colérica tendría un exceso de bilis amarilla. Lo anterior, la haría una persona fogosa, energética y apasionada.
  4. Una persona melancólica tendría un exceso de bilis negra. Lo cual, la haría una persona con inclinaciones poéticas y artísticas, algo triste, temerosa y deprimida.

Teoría de los 4 temperamentos

Para “curar” los desequilibrios humorales, Galeno postulaba la dieta y el ejercicio. Sin embargo, en casos extremos, también eran indicadas purgas y sangrías. Por ejemplo, una persona con un comportamiento egoísta (por exceso de sangre) podría necesitar reducir el consumo de carne o practicar una sangría para liberar un poco de la misma.

Esta teoría dominó la Medicina hasta el Renacimiento, cuando fue reemplazada por otros elementos que resultaron como producto de estudios más avanzados.

¿Qué te parece esta antigua concepción de la personalidad?

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