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Tener amigos es una de las cosas más esenciales en la vida. Además de tener el amor inocndicional de la familia, los amigos son esas personas que te vas encontrando en el camino y que siempre estarán para uno en los buenos y malos momentos. Sin embargo, hay veces que las amistades no sólo no te suman, sino que te restan y ahí es donde hay que darse cuenta de cuándo una amistad puede ser tóxica. Las relaciones tóxicas pueden darse de muchas formas, ya sea con una pareja, con un familiar o con un amigo, por lo que es importante detecatarlas a tiempo para no sufrir y no mantener a una persona en tu vida que lo que hace es generarte inseguridades y no dejarte ser quien realmente eres. La psicóloga experta en dependencia emocional, Silvia Congost, conversó con El País y explicó que tener un amigo tóxico signifca que “estar con esa persona nos angustia, nos sentimos mal, no estamos relajados y tranquilos, sino ansiosos”. Al mimso tiempo, el sitio web español dio a conocer la hisotria de una mujer que expuso su propio caso con uno de sus amigos. “Hemos justificado su actitud borde asumiendo que era parte de su personalidad porque siempre ha ido con un rol de ‘soy así y me tenéis que aceptar’. Yo misma estaba a la defensiva porque sabía que me iba a atacar y preparaba mi contraataque. Pero nos cansamos de aceptarlo, se volvió incómodo y al final la cosa explotó”. Una de las claves según los expertos es atreverse a dar el primer paso y enfrentar a esa persona tóxica, lo cual fue justamente lo que hizo Lucía (nombre falso), la protagonista de esta historia. “Le dije que tenía dudas, que no me sentía cómoda con ella y que me había quemado. Le hablé sobre mí porque me parecía injusto hablar en general, pero sé que el resto pensaba igual”. Respecto al cómo se debe enfrentar esta situación, el psicólogo Javier García, explicó que lo ideal es hacerlo por uno mismo y no en representación de un grupo. “El problema surge cuando la persona que quiere poner límites no se siente con la fuerza suficiente para hacerlo sola. Quizás con el grupo se siente más arropada, pero ahí se la juega a que el resto no le apoye a la hora de la verdad y se derrumbe”. Tras decir las cosas a la cara, Lucía reconoció que la situación cambió y que la relación con su amiga está mejor. “A partir de entonces, tanto ella como nosotras hemos hecho un esfuerzo por estar bien. A nivel grupal la notamos más amable”. Esta historia relatada a El País explica los diversos conflictos que pueden generarse entre amistades tóxicas, pero también ayuda a entender que si se conversa, se puede reestablecer el vínculo, siempre y cuando ambas partes estén de acuerdo. Silvia Congost también comentó que los amigos tóxicos pueden identificarse cuando se denota un excesivo egoísmo o un falso interés. “Puede que nos demos cuenta de que solo se acerca por interés, para que le escuchemos cuando está mal, para sacar o conseguir algo de nosotros. Pero cuando nosotros le necesitamos no está nunca”. Por ello, el llamado es a poder ver estas señales, lo cual no es fácil, pero que sin duda ayudará a lograr una paz mental con uno mismo y también con los demás. La clave siempre será conversar las cosas y no llegar a un punto de dependencia muy alto con otras personas. “Alejarse de alguien tóxico es como dejar de comer algo que es tóxico para ti, empiezas a encontrarte mejor enseguida”, cerró Silvia.