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En noviembre de 1968 la fallecida reina Isabel II realizó su única visita a Sudámerica, que incluyó visitas a dos países: Brasil y Chile.

A territorio chileno llegó el día 11 de ese mes, luego de las gestiones realizadas por el embajador Mariano Fontecilla para concretar su presencia en el país, siendo recibida en el aeropuerto por el expresidente Eduardo Frei Montalva, quien había estado en el Reino Unido en 1965.

En el trayecto desde el terminal aéreo a el palacio de La Moneda, para una recepción oficial, Isabel II fue saludada por miles de personas que se acercaron para darle una afectuosa bienvenida.

La primera anécdota que vivió Isabel II fue con su alojamiento, porque se había planificado que usará el Palacio Cousiño, pero un incendió movilizó a los organizadores a trasladarla al último piso del Hotel Carrera, que fue reacondicionado para cumplir las exigencias de la monarca.

Durante su visita, una de las actividades oficiales de Isabel II fue asistir al Estadio Nacional para ver un clásico universitario entre Universidad de Chile y Universidad Católica que terminó en un empate sin goles, pero ella nunca lo supo porque sólo vio el primer tiempo.

También la soberana colocó una ofrenda floral en el monumento de Bernardo O’Higgins, vistió la Escuela Militar, el Congreso Nacional y la Corte Suprema. Frei Montalva también ofreció, en su casa, una cena privada en su honor.

Isabel II durante su visita a Chile tuvo, también, actividades en Valparaíso el 14 de novimbre, donde presidió un desfile naval en su honor.

El sur de Chile también fue parte de la agenda de Isabel II, específicamente Pucón, donde pasó unos días en el Hotel Antumalal.