A sus 86 años, la Reina Sofía ya va preparando lo que será la vida de sus familiares una vez que ella fallezca. En ese sentido, el Rey Felipe VI aparece como el principal heredero.

La Monarca habría administrado de forma independiente su fortuna, la que incluye propiedades, diversas inversiones y más de una cuenta bancaria, bienes que serán traspasados a su hijo.

Si bien no se dio a conocer el monto exacto, en España aseguran que es lo suficientemente grande para entregarle estabilidad económica no solo al Rey y a su familia, también a las generaciones posteriores.

De todos modos, un tema de suma importancia que tendrá que resolver Felipe, conocido por su austeridad (España es la casa real europea que menos gasta), es precisamente cómo gestionará tamaña riqueza.

Pese a que se especula que una buena parte podría ser donada a proyectos sociales o culturales, hay otro ámbito crucial: el independizarse del presupuesto que proviene del Estado.

Vale remarcar que, en 2020, el Monarca había renunciado a la herencia de su padre, el Rey emérito Juan Carlos I, quien por su parte dejó de recibir los recursos que le eran asignados anualmente.

“El Rey prescindirá de cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona”, se explicó en dicha ocasión.