• Alberto Stephens, ex Guía de Realeza
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Pasa en todas las familias: Siempre hay, al menos, un integrante que sorprende por sus excentricidades y por no tener un “perfil” parecido al resto.

En el caso de la Familia Real británica, la excepción es Nicholas Knatchbull: El ahijado del Príncipe Carlos es aficionado a los tatuajes y tuvo un severo problema de drogadicción.

Hijo de Lord y Lady Brabourne, y heredero de una fortuna de más de 100 millones de dólares de Lord Mountbatten, de quien era bisnieto, nunca ha vivido de forma ostentosa.

Y eso lo reflejó en su boda. Hace pocos días, se casó en una ceremonia privada con Ambre Pouzet, una francesa radicada hace más de cuatro años en Inglaterra.

Su noviazgo duró dos años y medio. Él se define como productor musical y jardinero, mientras que ella, además de ser terapeuta ocupacional, destacó por sus performances artísticas disfrazada de sirena.

Tras educarse en el colegio Eton, donde compartió con el Príncipe William, fue aceptado en la universidad de Edimburgo. Sin embargo, al mes y medio debió abandonar por culpa de las drogas.

Aunque logró recuperarse, jamás le interesaron los lujos y la vida mediática del resto de sus familiares. Tanto así, que nunca ha utilizado su título de cortesía: Lord Romsey.