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Al estar al otro lado del Atlántico, quizás se ven muy lejanos, si a eso se le suma que pertenecen a tradicionales monarquías, ya parece casi imposible. 

Pero aún así hay mujeres latinas que han conocido y vivido intensos romances con destacados príncipes europeos, terminando sus historias con un final feliz en el altar. 

El caso más emblemático y conocido es el de la argentina Máxima Zorreguieta, quien en 1999 conoció a Guillermo de Orange, heredero del trono de Países Bajos en Sevilla, y tres años después llegaban al altar, con la venia de la exreina Beatriz, quien la definió como una “mujer inteligente y moderna”. 

Máxima se transformaría en reina consorte en 2013 luego que su suegra abdicara. La pareja tiene tres hijas: Amalia, Alexia y Ariane. 

La colombiana Tatiana Santo Domingo no tiene la exposición de Máxima, pero su historia está llena de glamour. Ella está casada con el primogénito de Carolina de Mónaco, Andrea Casiraghi, a quien conoció gracias a Charlotte Casiraghi, la hermana de su príncipe azul, con quien estudiaba en París. 

 Tatiana Santo Domingo es hija de la modelo brasileña Vera Rechulskiy y del millonario empresario Julio Mario Santo Domingo, quien dejó una herencia de seis mil millones de dólares al morir en 2009.  

La pareja comenzó su romance en 2004, luego que el dejara su pasado como ““soltero de oro”, un año después rompieron esquemas al irse a vivir juntos y luego casarse por el civil con ella embarazada de Alexandre, el primogénito de la pareja, que ya tiene dos más: India y Maximilian 

 La belleza de las mujeres venezolanas es conocida en todo el mundo, por lo que no debería sorprender la presencia de una en este recuento: Tatiana Blatnik, quien se unió a la casa real de Grecia y Dinamarca. 

Tatiana de Grecia y Dinamarca estudió en un internado en Suiza, el AiglonCollege, y sociología en Georgetown, Estados Unidos.  

Tatiana de Grecia y Dinamarca y el príncipe Nicolás se conocieron gracias al hermano de ella, Boris, con una divertida anécdota porque el royal vio como la mujer conversaba con su amigo y se iba, comentando rápdiamente: ‘¿cómo dejas que se escape la chica más bonita de todas?’ y él le contestó: ‘¡es mi hermana!”.  

 “Flores, llamadas, invitaciones… Yo vivía en Washington D.C. porque estudiaba Sociología en Georgetown. Él vivía en Londres y pasaron 18 meses hasta que empezamos. En el fondo es bastante tradicional y me cortejó como en los viejos tiempos. Tardé más de un año en decidirme, pero desde 2003 hasta nuestra boda nunca hemos estado separados más de 10 días “, contó Tatiana en una entrevista.