• Javiera Cuevas, exguía de Redes Sociales
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“A mí me violó un hombre inteligente, muy inteligente, de buena familia, buena universidad (la nuestra), buena pinta, etc. Yo recién había entrado a la U y no pensaba que estaba saliendo con un violador, ni siquiera pensaba en los violadores como algo más que el lobo del cuento. Estaba enamorada de él hasta las patas”, este es parte del relato que apareció publicado en la página de Facebook de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Católica de Chile.

El relato fue subido de manera anónima, y citado por El Mostrador, dejando en evidencia un problema que se está viviendo en esa casa de estudios.

“Mi compañero de carrera abusó de mí. Sí, Ciencia Política UC. Escribo desde el anonimato porque jamás le conté esto a nadie, porque en el momento en que sucedió no dimensioné la gravedad del asunto, lo bloqueé en mi memoria como esas cosas que se esconden y nunca más se encuentran”, continuaba la confesión de la aproblemada joven.

Su revelación causo un efecto dominó en la sitio de Ciencias Políticas, y al menos nueve compañeras más siguieron su ejemplo y comenzaron a denunciar casos de abuso y acoso sexual.

“Han pasado casi cuatro años desde esa noche, la noche en que a mi amigo se le olvidó nuestra amistad, la noche en que lo único que vagamente recuerdo haber dicho fue: ‘Los amigos no hacen esto’, porque había tomado demasiado como para poder recordar algo más” continúa el desgarrador relato de la joven.

Entre las reacciones que causó esta confesión de abuso sexual está una que apunta al serio problema que se está gestando en la Universidad Católica: “Muchas hemos vivido situaciones parecidas con amigos, es una conducta muy común y nadie nunca dice nada”, dice uno de los testimonios entregados.

El problema, además, traspasó las fronteras de la carrera de Ciencias Políticas y surgieron testimonios, por ejemplo, de situaciones similares en Ingeniería.

Uno de los temas que hace más complejos casos como este, es que en la UC los planes de ayuda han sido insuficientes hasta ahora, como lo declaró una alumna, que enfrentó una situación similar y debió recurrir al Sernam: “La terapia interna de la U no me sirvió. Te ofrecen sesiones limitadas cuando estas terapias son de larga data, y era muy fácil no seguir porque están en pleno hall. Después de un tiempo, encontré el programa de apoyo a víctimas del gobierno, y aunque no puedan creerlo, me salvo”.

“Los últimos casos han evidenciado lo mucho que queda por avanzar en cuanto a políticas institucionales respecto al tema”, reconoce Andrea Parra Consejera Superior de la UC.