• Javiera Cuevas, exguía de Redes Sociales
• |
• Ver más de redes-sociales

“Somos una empresa que construye tecnología para conectar. Juntos, finalmente podemos poner a las personas en el centro de nuestra tecnología. Y juntos, podemos desbloquear una economía creadora enormemente mayor. Meta es un nuevo nombre para reflejar quiénes somos y qué esperamos construir”.

Con estas palabras la máxima autoridad y el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, anunció lo que se venía rumoreando desde hace varias semanas: El cambio de nombre de la compañía.

Meta fue el elegido. Es que el interés del empresario en el metaverso, que engloba a comunidades virtuales en las que la gente puede jugar, trabajar y reunirse mediante dispositivos de realidad virtual y sus propios smartphones, provocó la radical modificación.

No es casualidad tampoco. Semanas atrás salieron a la luz una de serie de informes en los que se culpaba a la empresa de influir negativamente en los adolescentes, particularmente con el funcionamiento de Instagram.

Y en esos mismos días salió el testimonio de Frances Haugen, quien denunció que Facebook “ve a la seguridad como un costo enorme, como un centro de costos”. Además, criticó el ingreso al metaverso y fustigó la no destinación de recursos a mejorar la experiencia de los usuarios.