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Hoy, en una publicación en el diario La Tercera, se dio a conocer las irregularidades en el patrimonio del Obispo Eduardo Durán, la máxima autoridad de la Catedral Evangélica de Santiago, y que fue puesto en duda por los mismos líderes evangélicos.

El informe de la Brigada de Delitos de Lavado de Activos de la PDI (Brilac), concluyó que no existe vinculación entre los fondos públicos a organizaciones donde Durán es representante o director, con el actual patrimonio que tiene.

En la investigación se entrevistó a los líderes religiosos de la Iglesia Metodista Pentecostal del país, entre los que se encuentran; Mario Salfate Chacana, de la Iglesia Metodista Pentecostal de Derecho Privado, y Bernardo Cartes Venegas, de la Iglesia Metodista Pentecostal de Derecho Público, y otras personas vinculadas con el Obispo Durán.

Los entrevistados dicen que los ingresos vienen de la Iglesia y los fieles “pero que se supone que están para la administración y crecimiento de la Iglesia”. El informe también dice los líderes evangélicos cuestionan que sus altos ingresos vengan del diezmo.

El documento, que tiene fecha 20 de septiembre 2018, aparece que a su nombre hay ocho autos (entre ellos dos modelos Ford de colección) y 12 propiedades. Todo eso, tiene un valor de $1.152 millones de pesos.

Además de las 12 propiedades a su nombre, se encontró dos oficinas a nombre de su hijo, el diputado Eduardo Durán Salinas, que tienen un valor de $357 millones de pesos y otra de $335 millones de pesos. La policía dijo no descartar la posibilidad de que dichas propiedades del diputado hayan sido comprados por su padre, “ya que tambi ya que también existe por parte de este en 2011 la compra de un departamento en Providencia, que adquirió para su hijo en $ 7 mil UF”.

Pero eso no sería todo. El informe habla sobre una mujer con la que habría tenido una relación sentimental con Durán, según ella misma declaró a la Policía.

En dicho periodo, la mujer dijo que recibió $35 millones de pesos para un departamento en Providencia que compraron entre ambos, y que entre “entre 2013 y 2017 se le cancelaron mensualmente $3 millones como intérprete de la Catedral Evangélica”.

Ahora, la mujer viviría en otro departamento en Las Condes, que también es propiedad de l Obispo Durán.