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Amantes del Rock Latino celebran los 40 años del show que cambió la música del continente para siempre

Se cumplen cuatro décadas del show que Charly García brindó en el estadio de Ferro Carril Oeste, en la capital trasandina

Guía de: Rock

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Días atrás Nathy Peluso se presentó en Buenos Aires y sorprendió a todos con una versión de un viejo tema: “Viernes 3AM”. Fue extraño: una artista urbana bien moderna ejecutando una canción dentro de , justamente, ese género: canción. Los miles de fans que se encontraban vivaron el momento con un silencioso respeto, filmando con sus teléfonos móviles. Cuánto habían cambiado las cosas: los nuevos fans no quieren marcar diferencias con nadie y gustan de todo tipo de música. Los encendedores ya casi ni existen, pues nadie fuma, pero los celulares los reemplazan en vivo, y lo único que permanece es la música de Charly García.

Pensando de nuevo en el concierto de la trapera argento-española, quedó flotando una idea válida: la música actual puede compararse con lo mejor de la cultura rock y pop. Compararse en el buen sentido: “puede”, porque tiene “la posibilidad de”. 40 años atrás, el creador de “Viernes 3AM” no tenía esa posibilidad. De hecho, fue el primer concierto de un artista solista en un estadio de fútbol. De nuevo, piensa que apenas unos 15 años Los Beatles no hacían shows como los que hoy todavía perduran: el artista pegado al público en una arena futbolera. Eso no existía. Recién con los últimos sesentas apareció aquello.

Más: la música joven la hacían “conjuntos”. Un músico solista era una rareza. Quizá David Bowie o Elton John fueron los primeros en marcar aquel quiebre que luego siguieron tantos.

Sin título

Vamos a Charly en Ferro. El músico venía de desarmar Seru Girán tras la partida de Pedro Aznar y luego de tanto “conjuntos” (Sui Generis, La maquina de hacer pájaros, Serú) finalmente el hombre se decidió por tomar todas las responsabilidades él. Editó un álbum cuya portada era un primerísimo primer plano suyo y dejó latente sus pensamientos y miedos respecto de la Guerra de Malvinas que aquejaba a su país.

Fue un 26 de diciembre de 1982 cuando Charly lo dio vuelta todo. No solo era el primer músico local llenando un campo de juego, sino también lo hizo en un marco impresionante. Con el hecho de haber aceptado sponsor de marcas “chetas”, el músico contó con un financiamiento muy superior para organizar el recital.

García entró al show luego de que, por la tarde” el termómetro tocara los 38,8 grados. “Se caían todos los pajaritos” , recordó años después un tal Andrés Calamaro, que fue parte de aquella comitiva. Charly elevó los standares de producción acostumbrados hasta el momento con aquel concierto que tuvo temas que hoy en días todos sabemos de memoria: “No llores por mí, Argentina”, “Yendo de la cama al living”, “Inconsciente colectivo”, “Bienvenidos al tren”.

El final quedó grabado a fuego: misiles corrían hacia la ciudad que hacía de decorado y lo destruían todo, mientras Chary rogaba que no “bombardearan Caballito”, su barrio de clase acomodada. La música de Charly ya lo tenía todo: miedo, cinismo, ironía.

Pasaron ya 40 años. La música del genio argentino sigue latente. A propósito: tocó aquella noche “Viernes 3 AM? Buscando en los archivos, pareciera que no. Ni falta que hizo. Cuatro décadas después, las artistas nuevas lo reversionan por él.

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