El mundo del rock esperaba otra noticia nefasta: que Duran Duran anunciara el fallecimiento de su guitarrista. Andy Taylor había avisado que sufría un cáncer en estadio 4. Luego de un tiempo de silencio, su apellido volvió a las noticias de un modo increíblemente distinto al esperado.

Taylor dio una entrevista a The Times y explicó que está, al menos de momento, curado de un cáncer que se presumía incurable: “Me llegaron a clasificar como [paciente de] cuidados paliativos en el final de su vida. Pero ahora ya no estoy ahí porque soy asintomático”, explicó el músico ante la azorada mirada de sus entrevistadores. “Piensas que tendrás que despedirte de tu familia. No vas a ver el décimo cumpleaños de tu nieto. Psicológicamente es algo alucinante: no puedes recibir terapia para eliminar la certeza de la muerte”, analizó el guitarrista.

Pero el futuro tenía pensado algo para él: Taylor se sometió a un científico y empresario de biotecnología llamado Christopher Evans. El científico desarrolla un tratamiento novedoso que ataca las células malignas con químicos radioactivos.

El agradecimiento de Andy es total y llama a Evans “el Elon Musk de los cánceres”. La guerra no está concluida y Taylor aún tiene por delante algunas sesiones más. Pero varias batallas las ha ganado. ¿Podrá expandirse este tratamiento a grandes masas de gente que padece la misma enfermedad? Crucen los dedos…