He aquí un hombre respetado. Si eres joven y no sabes porqué generaciones enteras veneran a Charly García, tal vez algo de esto comience a esclarecerte el panorama. Días atrás iniciamos un artículo narrando el homenaje que Nathy Peluso realizó al músico trasandino, cantando “Viernes 3AM”. Justamente esa canción…

En 1982 la Argentina se hallaba sumergida en la más feroces de sus dictaduras. Fue entonces cuando el rock argentino alcanzó su mayor momento y se convirtió en un hito que aún hoy reconocen hasta los libros de historia académicos. Los artistas se pusieron los pantalones y tomaron la música como “refugio y barricada” (gracias, Pedro Aznar). cada show era muchísimo más que un evento musical: se trataba de unas horas para ejercer la libertad prohibida. Pero claro, la policía argentina no quería saber nada con ésta y entraba en cada concierto a detener muchachos que tal vez ya no volverían a ser vistos. Los músicos eran los primeros responsables para defender aquel espacio, pero el miedo arreciaba y no todos podían esgrimirse como superhéroes.

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Cuenta el mito que ya en tiempos de Sui Generis, Charly expulsaba policías abusadores de los shows. “Sos uno contra cinco mil, vos sabrás qué tenes que hacer” dicen que dijo una vez el bicolor a un agente durante un concierto de la mítica banda. Allí, al menos, se respiraban aires de democracia.

En los últimos días, el sitio oficial de Serú Girán en youtube estrenó un documental que cuenta los shows que la banda brindó para despedir a su bajista, Pedro Aznar. Aquellos terminaron siendo la despedida definitiva, aunque en el momento nadie lo sabía. Pero esa es otra historia. El momento de mayor dramatismo llega en la revelación de un audio muy buscado. Charly tocaba la mentada “Viernes 3AM” cuando, al cobijo de la oscuridad, una oficial comenzó a empujar hacia afuera a un joven que se había parado en la butaca.

Allí, en plena canción, Charly paró de cantar y apuntó con el dedo hacía la policía, que acompañado de un agente de civil incurren en una típica detención de la época. El inmortal iluminador Quaranta (“a mi Quaranta yo le di mi amor”, canta Charly en “Popotitos”) estuvo rápido en los controles y le clavó un spot a la oficial. Las cinco mil personas miraron hacía el atropello. Todo lo que se decía que Charly dijo en aquel momento está ahora respaldado por un audio que resulta realmente estremecedor. “…Nada más cambiará… –termina de cantar Charly– Si esa mujer que está ahí llevándose gente en cana no se va, no tocamos más, loco. Que se vaya esa mina”.

Los entrevistados para el recital, un coleccionador, un famoso periodista, en ingeniero de sonido y el mismo Quaranta recuerdan conmovidos al escuchar las cintas. “Vos, largo. Esto es un recital, no una comisaría. ¡Largo!”, echa García a los agentes. “A mi me dio miedo cuando escuché –recuerda el ingeniero Gustavo Gauvry–, porque ahí era fácil decir eso (…) pero después Charly se iba a la casa donde tranquilamente a las 3 de la mañana podía venir un patrullero, llevárselo de los pelos, emparrillarlo y hacerle todas las cosas que hacían”.

“Me enorgullece conocer a esa gente”, dice Amilcar Gilabert, otro de los sonidistas, que continúa su relato y pone los pelos de punta con sus relatos sobre las torturas de esa época. “Conmovedor, absolutamente conmovedor”, dice el periodista Alfredo Rosso. ¿Es Charly el mayor artista latino de todos los tiempos? No entraremos en esa. Solo recomendamos buscar la hora y minuto y medio del documental y déjate llevar por la voz enérgica de Charly García. oye cómo cae sobre él la ovación. Una ovación que lleva cuatro décadas sonando.