La historia ha sido benevolente con Paul McCartney. Benevolente y condescendiente. Tal vez, la carita sonriente y picarona y sus, a veces, insoportables dotes para la relaciones públicas y la amabilidad surtieron efecto en la prensa y los biógrafos. Él siempre fue el niño bueno y John Lennon el chico malo. Sin ir más lejos, todas las tintas recayeron sobre Yoko Ono y no sobre Linda Eastman, conocidos ambas con sus parejas con poco tiempo de diferencia y casadas con apenas ocho días entre una y otra boda.

Los Beatles se separaron por culpa de Yoko Ono. Y John era mujeriego y Paul no. Qué hermosas mentiras. La cosmogonía beatle siempre intentó desbaratar estos delirios sin éxito. Lo cierto es que cuando Paul McCartney conoció a Linda Eastman estaba de novio con Jane Asher. Y no solo eso. Entre un séquito interminable de chicas que pasaban por su cama una se repetía con frecuencia: Maggie McGivern.

¿Cómo era Linda en aquel tiempo es algo más difícil de dilucidar? De la famosa noche cuando se conocieron en el Bag O’Nails durante un concierto de Georgie Fame and the Blue Flames se ha escrito de todo, pero no es tan sencillo recortar el perfil de la rubia fotógrafa: ¿Era una grouppie libertina propia de aquellos años o una joven de su casa que cayó en las garras ardorosas del bajista? Ni una ni la otra. Pero si hubiera que inclinarse por un extremo, iríamos más cercanos a la primera opción. Eran tiempos de amor libre y flower power de una juventud desenfrenada que vivió sus años mozos como ninguna otra generación lo hizo. Cuando ves una abuela arrugada pero de mirada encendida harías bien en consultarle por su juventud.

Allí sí ocurrió algo. Paul, que era el más vanguardista, mujeriego y, ejem, consumidor de los cuatro hizo un click! al conocer a Linda. El casarse y vivir con la mujer que amaba cambió sus hábitos; tal vez de esos años, décadas de feliz matrimonio es que la bibliografía beatle reconstruyó la imagen pública del bajista que todos conocemos.

Lee también: La historia de Los Beatles resumida, un repaso ideal para principiantes y expertos

Varias frases quedaron medio relegadas en el historial: “Tenía miedo de formar parte de su harén de amantes” dijo que sentía Linda su abogado en aquellos años Nat Weiss. ¿Ella era muy distinta del resto de las chicas? ¿O era una más que consiguió enamorar al músico? Como sea, Paul cayó embrujado: “Dios mío, esto es diferente a cualquier cosa que me haya pasado antes. Esto es más que un disco de éxito. Es más que el oro. Es más que cualquier cosa”, tiene archivado la Vanity Fair como reflexión de Paul en aquellos años de amor de Linda.

Geoff Baker sostuvo décadas después: “Puede que la gente no sepa que, exceptuando sólo una ocasión, Paul y Linda nunca pasaron una sola noche separados en los treinta años que se han amado mutuamente”. Explicación (para quien no conozca la historia): Paul y Linda conformaron un grupo propio luego de Los Beatles (The Wings) y se fueron a las giras juntos. Cuando ella falleció, en 1998, aquellos años de la beatlemanía quedaban tan lejos que parecían la vida de otras personas.