¿Fue Maradona el John Lennon de nuestro tiempo? Su figura no dejó indiferente a nadie
Guía de: Rock
- Nicolás Chiesa
- Ver biografía
- |
- Ver más de rock
Pegados a la tele, cada uno por su lado y ¿conectados? por redes, nos preguntamos con unos amigos: ¿Diego Maradona es el humano más importante que muere desde que estamos vivos? Alguno se apuró a negarlo, pero reculó cuando debió decir nombres. Otros fueron elocuentes: Sí, claro. La lista que lanzamos fue más o menos lógica: Juan Pablo II, Freddie Mercury. Ambos, por debajo de la popularidad de Diego. Así llegamos hasta Lennon. ¿Habrá sido así de perturbadora la muerte del genio musical?
En estos momentos es imposible contar los rockeros que despiden a Maradona. Desde Brian May hasta los hermanos Gallagher, pasando por los Stones, e incluso indies como Massive Attack y Garbage lloran al diez argentino. Las imágenes trastocaron todo: Millones de personas lanzadas a llorar, como sea, al ídolo popular. Las masas abarrotando la casa de Gobierno trasandina para llegar al genio. Los policías intentando disuadir a millones que no entienden de negativas, balas o gases. Los funcionarios cambiaban el recorrido de la caravana y hacia allí marchaban decenas de miles de personas. Calculaban un millón de personas. Fueron el triple.
A Diego le habría encantado su despedida. Y una imagen viene sola, casi por decantación: A John también. Quizá, incluso, el ex integrante de Los Beatles le esté trasmitiendo su envidia sana allá donde estén. Pero ¿por qué viene el nombre de John a cuento?
Ambos están asociados por un meme que circula en las redes. No está mal: Dichas leyendas tienen mucho en común. Surgieron de los estratos más bajos y vivieron las infancias más duras. El talento innato para su arte los lanzó a la fama con facilidad. Eso les dio dinero y poder. Cuando lo tuvieron pudieron hacer lo que hace el 99% de los humanos, regodearse en su nueva realidad, disfrutarla.
Ni Diego ni John se quedaron allí. Estaban en contra de ese mundo que los había criado en la pobreza y así lo hicieron saber. Comenzaron con alguna declaración pérdida, llamaron la atención a los notables (“Los Beatles están extraños”, reflexionó la reina Isabel en 1965) y pronto optaron rechazar los seductores chantajes del poder. ¿Es tan osado comparar la devolución de la MBE de Lennon con la furibunda respuesta de Diego a Joao Havelange cuando lo trató de “hijo” (“Mi papá no es un hijo de puta”)?
Furiosos con la corrupción del sistema ambos se vincularon a sectores radicalizados: John se ligó a los Panteras Negras y adhirió al pensamiento de intelectuales encarcelados como Abbie Hoffman y Jery Rubin. Diego brindó su lealtad irrompible a Fidel Castro y Hugo Chávez. El establishment no deja pasar gratis estas “traiciones”. Los medios de los grandes grupos económicos comenzaron a demonizar en infinidad de artículos sus figuras, hasta hace poco alabadas.
En lo privado, como todos, optaron por vivir al borde de los límites. Si los había, ellos lo desafiarían. La vida de la bohemia no es la más sana para la familia. Su relación con sus primeras mujeres no duró. Tampoco fueron los mejores padres, si es que existe esta denominación: ¿Conocen algún padre perfecto? Ah… pero si conservas tu lugar en la fila nadie te recordará tus pecados.
¿Dónde hizo su leyenda Diego? ¿En la cancha? ¿En serio? Vaya renguera de análisis. Cada persona entrevistada entre los gases de la policía sacaba a colación el humanismo de Maradona: Sus batallas estaban presente en cada uno de los millones de personas que bregaban por llegar al cuerpo. Su gol a Inglaterra y su reivindicación de “La Mano de Dios”; el insulto a la Italia rica en el Mundial 90; la pelea con el vaticano y sus cúpulas de oro; el desaire a Japón por rechazarle la entrada por antecedentes con drogas (“dejan entrar a los yanquis que les lanzaron dos bombas atómicas”), la “contracumbre” a Bush, un presidente desquiciado que llegó a la locura de inventar pruebas para arrasar un país lejano. ¿Dónde habría estado John en cada uno de estos casos? Al lado de Diego.
A los dos se los relacionó con Dios. Lennon coqueteó al lookearse como el mismísimo Jesús, al que desafió diciéndole que era menos famoso que él. A Diego le llaman D10s, lisa y llanamente. A propósito, ¿qué pasará de aquí en dos mil años con ambos? ¿Se les atribuirán milagros, efectos curativos, multiplicación de panes? Al fin de cuentas, las leyes de la física eran las mismas dos milenios atrás. La historia la escriben los humanos que sobreviven a estos seres únicos.
Paul McCartney fue uno de los archienemigos de John una vez que se separó la mítica banda. “Macca” se contentó con el nuevo lugar que la sociedad de consumo había dispuesto para él. Lennon, mismo o inferior talento que su compañero, le salió a la vida con los tapones de punta. Lo mismo cuenta para Diego: Sin su postura ante la vida, Maradona sería un gran deportista como Messi, Zidane, Mattheus, los Ronado, Pelé, Di Stefano.
Los muchos detractores de Diego insistieron con una insólita mentira: Que Maradona murió solo. Qué manera de proyectar. Las escenas desbordadas del velorio lo desmentían una y otra vez mientras insistían en su engaño. Millones de personas dando amor. Al final tenía razón Paul y no John: El amor que recibes es proporcional al amor que diste. Carajo, vaya si es así.
Más sobre Rock
-
Claudio Narea y ACV de Jorge González: “Estaba rodeado de parásitos”
El músico entregó una tajante opinión sobre su excompañero de "Los Prisioneros".
-
Paul McCartney: ¿Cuál es la millonaria cifra que ha ganado en su exitosa carrera?
El exBeatle lleva varias décadas en el tope de la música mundial.
-
Pink Floyd vende su histórico catálogo musical por millonaria cifra
El celebre grupo llegó a un acuerdo con Sony Music.
-
¿Qué concierto de U2 le genera pesadillas a Bono? La increíble respuesta
La banda irlandesa tiene una extensa y aplaudida trayectoria.