Liv Tyler fue la niña mimada del rock décadas atrás. Millones y millones de fans la adoptaron por ser la cara bonita de varios videoclips de la banda de su padre Steve, Aerosmith. Su propio desarrollo, además, ayudaba: películas independientes y luego la puesta de “El Señor de los Anillos”.

Atención con esto: hoy lo vemos de modo distinto, porque la saga se convirtió en caballito de batalla del mainstream, pero antes de eso, la obra de JJR Tolkien era una obra de culto, propiedad de minorías… y Liv haría de Arwen.

El tiempo pasó, Liv fue creciendo y mutando de esfera social. A medida que dejaba el cine se acercaba a las grandes marcas, las escogidas por las clases ricas. La joven rockera se convirtió en una mujer sofisticada y fría. Luego, con la llegada de los niños, Liv perdió, lógicamente, su silueta y cruelmente las marcas y las masas le quitaron su respaldo. La actriz insignia de los 90s desapareció del día a día mediático.

Ni sus redes propias la mostraban mucho hasta días atrás, cuando Liv volvió a aparecer. Hermosa, juvenil, con transparencias sobre ropa interior y de cara al sol, Liv lució fantástica en su muro de Instagram. ¿La foto es reciente? Imposible saberlo Pareciera que sí, al menos nadie dijo lo contrario. Sus fans, que aun los hay y son muchos, vivaron este regreso.

Recuerda uno de sus videos con Aerosmith: