El bajo perfil que cautivó desde años Jake Bongiovi se esfumó desde que se ha convertido en el novio de Millie Bobby Brown. La prensa “perdonó” el vínculo padre-hijo del hombre, pero no la relación, siempre jugosa para las páginas de las revistas y portales del corazón.

Con 22 años, Jake ya ha desechado la idea de ser músico. Lo suyo, así parece, pasará por la actuación. De allí entonces, provienen tal vez sus romances con actrices talentosas. Luego de un par de relaciones ruidosas, ser el novio de la protagonista de “Stranger Things” lo hizo saltar a las ligas mayores de la exposición pública.

Respecto de su carrera, las cosas parecen bien claras: “Creo que se lo dejaré a mi padre. Yo diría que no hay que ir por ese camino. Siempre había música en casa mientras crecía, pero lo que me llamaba la atención era la gente de la pantalla, no las voces en los altavoces”, explicó el muchacho a Man About Town, en su más reciente número.

Así fue que posar como modelo lo fue acercando a círculos exclusivos. Fue entonces cuando decidió mudarse de Londres a New York para estar más cerca de las grandes marcas.

¿Será en unos años el actor buscado que parece soñar ser? Por qué no, ¿cierto? Una a favor, que no sonará muy romántico, pero tiene su valor: un romance sonoro ayuda y abre puertas en productoras. Lo mismo su apellido. Jake Bongiovi busca su camino pero jamás ha renegado, como otros hacen, de tener como padre a su padre: “Es estupendo escuchar los consejos en primera persona, su experiencia en el arte”, dijo de Jon. Toda la suerte (y la felicidad en el amor) para él (y para Millie).