Existen las fallas. Los errores. Y las fallas de los Dioses, como dijo alguna vez un escritor, cabe desearlos. Mohamed Alí es un error, un genio que brota allí donde no debía haber brotado. Diego Maradona es otro. Y Los Beatles, claro, también lo son.

Paul McCartney, niño proletario del bajo Liverpool, sin demasiados estudios, es el Mejor Músico del Siglo XX. Miren la cantidad de grandes artistas, estudiosos, acomodados, que se preguntarán por qué ese joven desarraigado y no ellos. No hay respuestas. Un error de La Creación. Lo único real es la realidad: Paul está cumpliendo ocho décadas.

Sobre él lo escribimos todo y todo con la mayor admiración. ¿Qué escoger para su cumpleaños número ochenta? Vamos a algo sintético: Los tres Paul que más nos gustaron entre todos los que nos gustaron. Empecemos por el primero, claro, al menos el primero que fue famoso.

Tras los años de periplo alemán, aceitado de la banda y conocimiento de las anfetaminas, llegó el estallido mundial para Los Beatles y fue Paul el que ocupó el infaltable lugar del galán. Un galán distinto ¿cierto? Al menos, otro tipo de belleza, una que enloqueció a nuestras abuelas, que en aquel momento no eran abuelas, sino jóvenes ardientes. Los que, acomodados a nuestro 2022 piensan, que el deseo nació tras la pandemia, no olviden que las chicas de los 60s fueron las precursoras del amor libre, la minifalda y el feminismo. Paul fue su niño mimado y lucía más o menos así…

En pocos años Los Beatles cambiaron mucho. Tanto que extrañaron hasta la mismísima reina Isabel allá por el 65, cuando les otorgó la medalla de Miembro de la Orden del Imperio Británico. Hay mucho mito sobre aquella reunión. Pero ese es otro tema. Lo cierto es que los jovencitos que habían sacudido al mundo crecieron mucho en los apenas siete años que duró el grupo, al menos discográficamente hablando.

Meses después de anunciar la separación salió a la venta el disco Paul McCartney, para muchos el primer disco indie de la historia. Allí Paul ya lucía diferente.

¿Distinto, no? Luego, las décadas pasaron y Paul cometió el peor de los pecados, según la cultura rock: se “ablandó” demasiado. Recién muchos años después su figura volvió a crecer en los estándares del rocker clásico. Y aquello comenzó a suceder justamente en 1993, con la publicación del álbum “Off The Ground”.

La gira presentación de la placa condujo al exbeatle por primera vez a Chile y el resto de Sudamérica. Luego vendría el “Anthology” con los otros dos exintegrantes vivos, Ringo Starr y George Harrison. Nos quedamos con esa visión, el último look de los tres que más recordamos de Paul. Que anda de cumpleaños. 80, ni más ni menos. Gracias por tanta magia, maestro…