• Francisco Quevedo, ex equipo de Rock
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La gente, de seguro, miraba con extrañeza mis reacciones y manera de caminar por la calle. Y todo eso tiene un culpable: “The King of Limbs”, el nuevo y esperado disco de Radiohead. Lo defino en una palabra: atrapante.

Da lo mismo qué disco de Radiohead uno escuche: siempre es algo excitante, un viaje por mundos sonoros de toda índole. Es como lanzarse  por un barranco. Con su última descarga de música llamada “The King of Limbs” lo logran otra vez.

Foto: AP

Una palabra define al nuevo disco de Radiohead: atrapante.

Pese a que sólo son ocho canciones y menos de cuarenta minutos de duración (lo que hace que parezca más un EP que un LP), es, por ahora, suficiente. Ya se vendrá el lanzamiento en formato físico del nuevo disco de Radiohead y traerá más material. Acá lo rescatable es la propuesta de Radiohead. Calidad antes que cantidad.

La realidad indica que Radiohead superó y rompió algunos esquemas hace ya largo rato. Hacen, en buen chileno, “lo que se les da en gana”. Innovan, proponen, triunfan, fracasan, provocan…son una banda completa. A la vanguardia.

Para el lanzamiento de su anterior trabajo, titulado “In Rainbows”, Radiohead utilizó la plataforma digital de manera eficiente y práctica alcanzando notables resultado. Precisamentes, esta fórmula Radiohead la vuelve a utilizar hoy con su nuevo disco. Es un verdadero mazazo a la red, un golpe comercial y comunicacional que no podrían lograr de otra forma. Si bien no son los únicos (Trent Reznor de Nine Inch Nails también lo ocupa), se atreven. Innovan.

Por tal motivo es que la espera es tanta. De hecho, todo el planeta sabía que el disco se lanzaba oficialmente el sábado 19 de febrero. Pero no. Radiohead dijo otra cosa. Lo subieron un día antes. Otro tremendo golpe comunicacional. La cantidad de twitters en los que se reproduce la palabra Radiohead se fue a las nubes. Lo mismo en otras redes sociales y en buscadores como Google.

Aparte de todo el mundo que mueve la banda, está el nuevo disco en sí. “The Kig of Limbs” de Radiohead suena a esperanza. Si ya en el ítem de la comunicación van primero y la industria atrás (y apenas), con el sonido pasa lo mismo. En esta época en que hay tantos grupos y experimentos para todos los gustos, Radiohead marca la pauta, indica el camino, quizás, para la nueva música de esta década. Una sonoridad que recrea mundos, abre la mente; cada track es un universo en sí: atrapa, envuelve, transporta. Además, es un trabajo bien hecho, con el sello profesional de Thom Yorke y compañía.

Son ocho planetas distintos, pero, a la vez, siguiendo una línea. El nivel de experimentación es superior a cualquier trabajo anterior del grupo. Viene a ratificar un estilo de trabajo que ya iniciaron hace 11 años cuando lanzaron el “Kid A” y que les ha rendido buenos dividendos. Quizás lo único flojo es la elección del single. “Lotus flower” no es la ideal. Hay mejores canciones como “Bloom” o “Codex” o “Separator”. Claro, nadie es perfecto.

Por ahora, basta con disfrutar y aceptar la invitación de Radiohead a viajar con su nuevo disco, a pasear por mundos diferentes y deseando que esta década siga este camino. Es un buen comienzo. Por último, ¡Que viva el Rey! ¡Larga vida al Rey!