Fue hace unos pocos años atrás cuando la noticia llamó la atención a la prensa mundial: Rod Stewart convocaba a cuatro de sus mujeres para un festejo de cumpleaños de su hija. El hombre proviene de los 60s: Ya saben cómo vivían aquellas personas…

Rod lleva años y años, décadas, siendo famoso. Su nombre, sin embargo, siempre se encontró en un camino propio, cercano al rock pero no dentro de éste. Cercano de la cultura de Las Vegas, pero tampoco dentro de ésta. ‘El rock and roll según Rod Stewart’ sería un buen título para una biografía suya, parafraseando aquello de los evangelios.

En aquella ocasión de festejo, Rod pudo reunir a Alana Stewart, Kelly Emberg, Rachel Hunter y Penny Lancaster. Las cuatro mujeres marcaron, cada una a su manera, una década de la vida del artista.

¿Posarías así con las ex de tu pareja? ¿O con la mujer de tu ex? ¿O con la…? Nos perdimos. Paremos ahí. Y recordemos: La vida del arte no es tan parecida a las rutinas mundanas de la mayoría, para bien o para mal.

Rod nació en 1945, apenas después que los grandes monstruos del rock de aquellos años, ya sea beatles o stones u otros de aquella camada, que llegaron al mundo bajo las bombas. Su primer éxito colosal fue la gran “Maggie May”, de 1971. Que ya en la órbita de lo sexual, cuenta una anécdota bien sugerente: “Conocí a una mujer mayor que era una especie de depredadora sexual. Una cosa llevó a la otra y terminamos cerca en un terreno aislado. Yo era virgen”. Así reveló el músico su iniciación sexual.

Volviendo a la fiesta de cumpleaños, la gran ausente fue Susannah, su pareja de 1961. La hija de ambos que nació en 1963 fue dada en adopción, una compleja historia y nada feliz, por cierto. Décadas después, Rod escribió sobre Susannah, en 2013, en una canción del álbum “Time”: “Juro por Dios que no podría haberte amado más, me siento aquí jugando con mis hijos y me pregunto dónde estás en este mundo. ¿Alguna vez te detenés a pensar en mí?”.

En el medio pasaron más mujeres: Dee Harrington, Britt Eklandl. Hubo propuestas de intercambio de parejas, de tríos, de todo. Los hijos crecieron y las mujeres de Rod pudieron ir perdonando infidelidades, huídas, poca atención a los hijos que llegaron. Los músicos no serán los mejores esposos ni los mejores padres, okey, pero sí son bien divertidos.