• Francisca Urroz R., ex Guía de RSE
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Generalmente asociamos la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) a programas corporativos de grandes empresas y con un alto costo. Sin embargo, compañías de otros rubros, como oficinas de abogados, psicólogos, publicistas, o simplemente, de menor tamaño, pueden contribuir a la comunidad a través del trabajo pro bono.

Foto: El Mercurio

En los trabajos pro bono los profesionales aportan sus conocimientos de manera desinteresada por el resto.

Pro bono es una expresión latina que significa “para el bien público” y que se usa para designar al trabajo voluntario que realizan distintos profesionales. Y si bien generalmente se relaciona con el servicio que abogados prestan de forma gratuita, este concepto se relaciona con la labor que profesionales de distintos ámbitos entregan a la comunidad, respetando ciertos estándares de calidad.

La diferencia del trabajo pro bono con otras formas de voluntariado, como podría ser el construir mediaguas, es que esta práctica busca que profesionales se comprometan con los conocimientos que ya poseen. De esta forma, por ejemplo, una agencia de publicidad podría “apadrinar” a una organización sin fines de lucro en todos su temas relacionados con diseño y marketing, y así,  transformarse en una empresa socialmente responsable. O al menos, iniciar un programa de RSE.

Profesionales ad honorem

Pagar por un psicólogo o por un abogado suelen ser palabras mayores para los grupos más desfavorecidos económicamente de la sociedad. Por lo mismo, es que diversas empresas se han afiliado a organizaciones para poder contribuir y responder al compromiso social que tienen como profesionales.

Así por ejemplo, Fundación Pro Bono, agrupa a más de 50 estudios jurídicos, a los que les organiza su voluntariado legal. La organización,  semanalmente les reenvía a las oficinas casos de personas que necesitan apoyo legal para que los abogados los asuman de forma gratuita o les crea distintos programas de trabajo. Para profesionalizar la labor y prestar un servicio de calidad, las oficinas asociadas se han comprometido con 20 horas por abogado al año y así, responder a la comunidad, desde el derecho.

MenteSana es una organización sin fines de lucro, donde cobran $500 por consulta. ¿Cómo? A través del trabajo ad honorem de los psicólogos que han decidido formar parte de esta red y destinan parte de su tiempo a atender de forma gratuita.

Foto: El Mercurio

Las asesorías pro bono cubren un amplio abanico de posibilidades, como por ejemplo las consultas jurídicas.

La Fundación Web, es otro ejemplo de que independiente de la profesión o del número de trabajadores de una empresa, la compañía que quiera contribuir, puede hacerlo. En esta organización sin fines de lucro diseñan sitios web de forma gratuita a microempresarios y ONG.

Y en caso que en una firma hayan trabajadores de distintas profesiones, pero crean en la RSE, ésta puede motivar y dar sus empleados la flexibilidad para colaborar con Fundación Trascender. Esta institución  administra una red de profesionales voluntarios de diversos ámbitos, quienes se comprometen a contribuir con sus conocimientos ante las necesidades que distintas organizaciones sociales hacen llegar la Fundación.

Oportunidades para contribuir hay. Lo importante es creer realmente en el aporte que a través de estas instancias se puede realizar.  Otro aspecto clave es que las empresas se involucren integralmente a proyectos como estos u otros y que les den a sus trabajadores el apoyo para poder realizar trabajo pro bono.