• Juan Pedro Pinochet, ex guía de RSE
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El caso de los pollos o la posible colusión de supermercados hoy vuelve a remecer la confianza de los consumidores. Pero más allá de estos casos particulares, las empresas y sus dirigentes deben mirar cada una “su pollo” y ver si su actuar responsable se aplica solamente para dorar el  aspecto exterior  de su “plato” o si empapa de su gustoso sabor todo su “guiso”.

“Hacemos un llamado a los chilenos a castigar a aquellas empresas que se han coludido. Consideramos que los ladrones de ‘cuello y corbata’ tienen que pagar las consecuencias de sus actos…” estas duras palabras utilizó Ernesto Medina, presidente del movimiento social “Aquí la Gente”, junto a dirigentes de la CUT y de los Consumidores a no comer pollo en estas próximas festividades.

Imagen: Alberto Montt

Las empresas deben actuar de manera ética y responsable.

Hoy luego del estallido del caso de supermercados, ¿qué haremos?, ¿no compramos nada?, ¿es esa la solución que buscamos como ciudadanos?

Ambos casos de eventuales colusiones están hoy en manos de la FNE (Fiscalía Nacional Económica) y debe ser investigado por esta institución que dirá si hubo o no delito. Pero mientras esperamos una respuesta, los empresarios -esta clase “sin ética, irresponsable y abusadora”, en palabras de los voceros de la Liga Ciudadana de Defensa del Consumidor- debieran hacer una profunda revisión de su propio negocio, de los riesgos asociados y las exigencias de ética y transparencia para todos sus ejecutivos.

Los índices de confianza  empresarial de Octubre tanto del estudio realizado por la Universidad de Desarrollo como el de Delloitte, señalan que la confianza en el empresariado sigue bajando. Entonces aprovechando el fin de año -tiempo en el cual las empresas programan y presupuestan las metas para 2012- creo que los gerentes y directores debiesen preguntarse qué receta quieren usar este año y reflexionar acerca de los riesgos del negocio para evitar casos como los que hemos escuchado a lo largo de este año.

Por lo tanto en esta Planificación Estratégica 2012, llevemos el concepto Responsabilidad (muy bien acompañado en estos tiempos por los adjetivos “Social Empresarial”) no sólo a los programas con la comunidad o de incentivo a la vida sana que están en la periferia de la estrategia de negocios, sino que al centro de su quehacer.

La RSE debe ser una estrategia de negocios que contribuye al desarrollo sostenible de la empresa y de su entorno, y que oriente, por tanto, la toma de decisiones de todas las áreas de la compañía, suponiendo un comportamiento ético al interior de ésta que vaya más allá de la norma y tome compromiso con sus grupos de interés para la creación de valor común.

En este sentido necesitamos en las empresas  gobiernos corporativos eficaces, mecanismos de ética adecuados y cultura empresarial responsable. Una mirada estratégica de la RSE permite tener una visión  integral de la compañía y sus grupos de interés, gestionar riesgos y además explorar nuevas oportunidades relacionadas con el imperativo del desarrollo sostenible.

No olvidemos la gran responsabilidad que tenemos los empresarios, nos enseña Peter Parcker “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.