Los remates de distancia llevaron problemas a la defensa chilena. De esta manera, se armó el 2-0 final.

A primera vista, no fue la mejor forma de inicio del proceso de Eduardo Berizzo con esta derrota 2-0 ante Corea. Sin embargo, conviene aclarar que en la alineación había mucho nombre nuevo y no se contaba con los referentes. Eso es lo que hay que sopesar al momento del siguiente análisis.

Presión alta. Lo primero que se notó en el representativo nacional fue el hecho de que apenas se perdió el control del balón, comenzaba el pressing sobre el rival para propiciar la recuperación. Aspecto que se echaba de menos desde los tiempos de Reinaldo Rueda, y que en su momento le dio identidad a la Roja.

Sin embargo, tras la apertura de la cuenta Chile perdió este atributo enredándose en las marcas y en la disposición en el campo de juego. Sólo en los últimos tramos del primer tiempo los chilenos recuperaron esa estrategia.

La última línea. La formación base de Berizzo estableció una línea de cuatro, con los centrales con marcación zonal. Sin embargo, con el retroceso de Gary Medel metiéndose entre Paulo Díaz y Benjamín Kuscevic el dibujo inicial pasaba a tres centrales, contando que los laterales estaban adelantados.

Justamente, este último aspecto le trajo problemas a Chile, ya que esos espacios por los costados fueron bien aprovechados por los coreanos para acelerar y buscar el remate a puerta –así anotaron su gol- o el centro al área.

El atenuante para nuestro elenco radica en que los dos laterales eran debutantes absolutos. Nos referimos a Nayel Mehssatou y Alex Ibacache, cuya expulsión terminó por desdibujar todo.

El medio. En el mediocampo, ya se mencionó que Gary Medel retrocedía para ayudar en la zaga. Pero también era quien iniciaba la carga, siendo el guardaespaldas de sus compañeros de sector, Tomás Alarcón y Marcelino Núñez, quien fue el que más se notó cuando avanzó hacia el ataque.

Ayudaban en el trajín de la zona para iniciar la carga el retroceso de Diego Valencia y Jean Meneses, para buscar el pelotazo hacia Ben Brereton Díaz.

Solitario. En el franco ataque, Big Ben como punta de lanza moviéndose por todo el frente para recuperar y también para esperar la habilitación. Cuando la tuvo –una en el primer tiempo, tres en el segundo- llevó peligro a la última zona asiática.

Recién en los últimos tramos de la primera etapa comenzó a notarse el atacante del Blackburn Rovers, toda vez que Chile se logró rearmar tras el gol coreano.

Y en el complemento, a pesar de contar con un hombre menos, Chile insinuó peligro al agregar remates de media distancia que en algo comenzaron a arreglar el panorama.

Atenuantes. Siendo el partido que inició el proceso, hay que señalar que la nómina no la armó Eduardo Berizzo sino que Patricio Ormazábal, el técnico de la Selección Sub 20 -¿cómo que la armó Felicevich? No sean mal pensados, por favor-. Así que el nuevo jefe de Pinto Durán tuvo que confeccionar la alineación con lo que había.

Además, no se contó con los aún incombustibles de la Generación Dorada, lo que debería otorgarle un peso mayor al equipo.

Así que no apurar el proceso, recién se está iniciando… a no ser que el próximo viernes la FIFA dictamine que Chile entra por la ventana al Mundial de Qatar. Pero ésa será otra historia.

KOREA 2-0 CHILE

COREA (4-4-1-1): Kim Seung-Gyu; Kim Moon-Hwan, Jung Seung-Hyun, Kwon Kyung-Won, Hong Chul; Na Sang-Ho, Jung Woo-Young, Hwang In-Beom, Hwan Hee-Chan; Jeong Woo-Yeong (67’ Cho Gue-Sung); Son Heung-Min. DT: Paulo Bentos

CHILE (4-3-2-1): Fernando de Paul; Nayel Mehssatou, Paulo Díaz, Benjamín Kuscevic, Alex Ibacache; Tomás Alarcón (68’ Pablo Galdames II), Gary Medel, Marcelino Núñez (68’ Joaquín Montecinos); Diego Valencia, Jean Meneses (56’ Eugenio Mena); Nem Brereton Díaz (83’ Rony Fernández). DT: Eduardo Berizzo

Gol: 1-0, 11’ Hwan Hee-Chan (Kor); 2-0, 90’ Son Heung-Min

Expulsado: 52‘ Alex Ibacahe (Chi)

Estadio: Daejeon