Chile borró a Uruguay mostrando clase y garra
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No podía ser de otra manera. Chile se impuso por 1-0 para llegar a las semifinales de la Copa América, pero Uruguay –nuevamente- fue protagonista de incidentes extras reclamando al árbitro y tratando de provocar a los chilenos. Sin embargo, el resultado fue de justicia para el seleccionado que desde el inicio mostró las ganas por llevarse el pleito. Y sabiendo, también, los chilenos que en este tipo de encuentros –sobre todo ante los rioplatenses- había que poner algo más que pierna fuerte.
El representativo oriental lució desde el comienzo sus dos líneas de cuatro presionando la salida chilena hasta en tres cuartos de cancha. Y cuando los nacionales lograron avanzar, los celestes apelaron a la falta táctica en el centro de campo para cortar esos avances. El objetivo, de paso, era bajarle la velocidad a los intentos chilenos.
Sin embargo, cuando la Roja aceleró gracias al toque de primera pilló espacios, sobre todo por los callejones externos, para llevar peligro al área antagonista pero sin la concreción del disparo final a portería.
Además, los uruguayos –muy duchos en el tema- apenas tuvieron la oportunidad utilizaron sus argumentos extrafutbolísticos históricos archiconocidos. Eso se vio a los 21’ cuando Eduardo Vargas no alcanzó a esquivar al guardavallas Fernando Muslera y los charrúas apelaron a los diálogos subidos de tono para intentar amedrentar al rival y así sacarlo de su concentración a Chile. O sea, usar las mañas. Fue en la segunda parte de ese primer lapso que se vio mejor a Chile, al comenzar a lucir profundidad. A los 25’ un remate de Charles Aránguiz salió blando hacia las manos del portero rival; a los 32’ Alexis Sánchez improvisó una palomita cuyo testazo fue desviado; y cuatro minutos más tarde un gatillazo de Arturo Vidal obligó a Muslera a desviar con los puños. Todos estos intentos se dieron cuando los chilenos jugaron muy bien a lo largo, con pases rápidos para provocarse los espacios y Jorge Valdivia distribuyendo el juego.
Paralelamente, y ante esos peligros, Uruguay decidió resucitar su vieja escuela del Primero La Pongo y Después Pregunto. Sobre todo, Jorge Fucile quien le puso pimienta a sus zapatos para parar a Mauricio Isla.
En resumidas cuentas, la cerrada defensa del Uruguay logró su objetivo. O sea, cerrar todos los espacios e impedir que los referentes chilenos –sobre todo Alexis Sánchez- no se acercara y, por ende, no se luciera.
Cambio de Mano
En el complemento, los chilenos aceleraron más el tranco, arrinconando a los uruguayos en su zona. Esos primeros minutos fueron resabios del vértigo al que nos tiene acostumbrados la Roja. El líder de esos embates fue Alexis Sánchez, quien se mostraba más, aparecía en todos lados y buscaba la opción del remate.
El rival, en tanto, también comenzó a acercarse con el pelotazo largo buscando, sobre todo, el pivoteo de Edinson Cavani. Argumento que terminó con la expulsión del delantero, tras una provocación de Gonzalo Jara que recibió un cortito en la cara.
Con ese nuevo escenario, y sin su principal referente ofensivo, los uruguayos fortalecieron su retaguardia mientras que los chilenos aumentaron el volumen ofensivo con un hombre neto de área, Mauricio Pinilla, para abrir ese cerrojo.
Aunque los charrúas habían insinuado algún acercamiento cuando tuvieron la opción, los chilenos siguieron con su presión abriendo espacios, buscando el centro sobre todo. El gol de Mauricio Isla coronó todo ese esfuerzo, un derechazo contra la historia. Un derechazo que se impuso cuando al final los vencidos comenzaron con sus reclamos, histrionismo y victimización ante la derrota. Un triste espectáculo que los rioplatenses han encarnado desde hace casi un siglo cuando se ven superados.
Sí, esa misma historia que mostraba que Uruguay ha ganado en 15 ocasiones la Copa América más dos medallas olímpicas y un par de títulos mundiales. Pero que también resalta que Chile cuando recibe a los Celestes en el Estadio Nacional todo eso se va a la basura. Sucedió en el 45 con el gol de Desiderio Medina y la monumental tarde de Sergio Livingstione. También en el 52, cuando los dos goles rojos se impusieron al Uruguay protagonista del Maracanazo dos años antes. Cómo olvidar lo registrado en el 83, cuando en un festival de patadas el puntete de Rodolfo Dubó y el cabezazo de Juan Carlos Letelier bajaron a la tierra a un engreído cuadro visitante. O el Gol Imposible de Jorge Aravena en el 85. O el cabezazo de Marcelo Salas, tras el centro de VH Castañeda, en el 96.
Uruguay ahora es historia. Y Chile puede seguir haciendo historia en esta Copa América.
CHILE 1-0 URUGUAY
CHILE (4-3-1-2): Claudio Bravo; Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Eugenio Mena; Arturo Vidal, Marcelo Díaz (71’ Matías Fernández), Charles Aránguiz; Jorge Valdivia (85’ David Pizarro); Alexis Sánchez y Eduardo Vargas (71’ Mauricio Pinilla). DT: Jorge Sampaoli
URUGUAY (4-4-2): Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, José María Giménez, Diego Godín, Jorge Fucile; Carlos Sánchez (85’ Jonathan Rodríguez), Egidio Arévalo Ríos, Álvaro González, Cristián Rodríguez; Diego Rolán (57’ Abel Hernández) y Edinson Cavani. DT: Oscar Washington Tabárez
Gol: 1-0, 80’ Mauricio Isla (Chi)
Árbitro: Sandro Ricci (Brasil)
Expulsados: 62’ Edinson Cavani (Uru); 87’ Jorge Fucile (Uru)
Público: 45.304 personas
Estadio: Nacional Julio Martínez Pradanos, de Santiago
PARTIDO CUARTOS DE FINAL COPA AMÉRICA
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