Sobre todo los Vidaladictos son los más contentos con el retorno del autodenominado King a la Selección Nacional.

No tuvo mucho tiempo para celebrar el título que ganó con Colo Colo ayer domingo, ya que Arturo Vidal fue convocado, este lunes, a la Selección Nacional con miras a los cruciales duelos de esta pasada eliminatoria ante Perú y Venezuela. El autodenominado King fue llamado en reemplazo del desafectado, por lesión, William Alarcón.

¿Servirá este llamado para salvar a la Roja? Por experiencia, por carácter, por currículum es indiscutible la impronta del colocolino. Eso no se discute. Pero, ¿le alcanzará para funcionar a nivel internacional? Bueh, ante River Plate en la Copa Libertadores sirvió, por lo menos ése es el más actual atenuante. Además, su influencia puede ser clave para ordenar un poco el tema en la interna del equipo ya que, hay que decirlo, el ánimo tras la campaña en las presentes Eliminatorias ha sido nefasto.

¿Imposición a Gareca? Quedará en las teorías conspirativas si este súbito llamado vino desde arriba hacia el técnico del seleccionado. Esas opciones se fortalecerán por el hecho que, casi de la nada, el Tigre convocó a Vidal. Bueh, el estratego se justificará en el hecho de que siempre ha dicho que nadie tiene las puertas de Pinto Durán cerradas.

¿Arma de doble filo? Ahora bien, si la Selección cumple con el objetivo de vencer a Perú en Lima y Venezuela en Santiago, Arturo Vidal quedará elevado en los máximo altares, casi a un paso de la canonización. Y como es el medio, comenzarán los cuestionamientos a Ricardo Gareca sobre por qué no lo llamó antes. Los más puntillosos argumentarán de que aún el fútbol chileno depende de la Generación Dorada.

Pero, ¿y si no se gana ninguno de esos dos cotejos? Será el inicio del velatorio de la Selección Nacional.