• Carolina Urzúa, ex Guía de Series de TV
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1- Cuando tus amigos empiezan a hablar de lo que vieron en televisión la noche anterior te sientes perdido y fuera de lugar… ¿Cable? ¿Eso todavía existe?

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2- No soportas la diferencia entre las fechas de estreno de tus series favoritas en su país de origen y la llegada de éstas al Cable. Y ni hablar de que lleguen dobladas al español en vez de subtituladas.

3- Llegas tarde y con sueño a clases o al trabajo porque la noche anterior te quedaste despierto hasta que subieron a la web el nuevo episodio de tu serie favorita, solo para verla a minutos de su estreno en el país de origen.

4- Y cuando finalmente la temporada completa está disponible online, le dices a todos que tienes un compromiso de vida o muerte, así que ni se les ocurra interrumpir. Nada de llamar, mandar mensajes o ir de visita, por las próximas horas no existes para el mundo.

5- Cuando terminas de ver una maratón de alguna de tus series te ves así:

6- E inmediatamente después de salir del shock en que te dejó el final de temporada, entras en depresión porque te das cuenta de cuánto falta para el estreno de la próxima temporada.

7- Sientes que Netflix, Amazon, Crackle o cualquier otro portal de programación online te entiende mejor que tus amigos y familiares.

8- Empiezas a inventar excusas para quedarte frente al notebook, reduciendo cada vez más tu vida social y tus horas de sueño.

9- Te prometes a ti mismo que solo verás un episodio más antes de hacer lo que tengas que hacer, pero en el fondo sabes que no es cierto.

10- Te felicitas por no depender más del horario de la TV, cuando en realidad ahora dependes de la fecha de estreno en la web. Pero sabes que, mientras tengas conexión a internet, tus series siempre estarán disponibles… y pensar en eso mejora tu día.