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Si quedaba alguna duda de que la serie principal de HBO genera locura en los espectadores, esta prueba la disipa con contundencia. Los lobos huargos, característicos dentro del show, fueron disminuyendo en cantidad a medida que avanzaban las temporadas, quedando tan solo dos de ellos vivos.

Y muchos, pero muchos seguidores en Gran Bretaña y Estados Unidos tomaron partido, en lo que se denominó el “síndrome Game of Thrones”: compraron perros huskies siberianos y Malamutes de Alaska.

Estos perros guardan un parecido, fuera de pantalla, con los animales entregados a cada “niño Stark” (Arya, Sansa, Bran, Rickon, Robb y Jon) en el programa.

El gran inconveniente es que cuando se dieron cuenta del cuidado especial que implicaba tener a estas mascotas, se arrepintieron y los abandonaron. La indignación de Peter Dinklage (Tyron Lannister en la serie) fue tal que les suplicó que dejaran de lado esa cuestionable práctica.

PETA, organización que lucha por los derechos de los animales, emitió un comunicado en el marco de una campaña encabezada por el artista: “Queridísimos seguidores de Game of Thrones, entendemos que debido a enorme popularidad de los lobos, mucha gente está comprando huskies”.

“Los refugios informan que se están abandonando a muchos huskies, como suele suceder cuando se compran perros por impulso, sin entender sus necesidades”, dice el comunicado.

En consecuencia, el actor que ganó dos premios Emmy y un Globo de Oro por su participación en el show, pidió a los televidentes que “por favor, por favor, si vas a traer un perro a tu familia, asegúrate de estar preparado para afrontar esa responsabilidad”.

Además, al haber aumentado en un 700% la cantidad de estos perros que terminan en los refugios, Dinklage recomendó no invertir dinero en ellos, sino que “recuerden siempre que es mejor adoptar a un perro de un refugio”.

Peter Dinklage wants #GameofThrones fans to STOP buying huskies. #GoT https://t.co/F81d3czX2S pic.twitter.com/h6OkGfmKDJ

— PETA (@peta) August 15, 2017