Jason Priestley, de “Beverly Hills, 90210″ a quedar en el olvido: “Nunca quise ser una celebridad”

Luego del éxito en la famosa serie, la carrera del actor de 52 años fue cayendo en popularidad, aunque el propio artista prefirió el bajo perfil.

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Tras el éxito en "Beverly Hills, 90210", Jason Priestley mantuvo su carrera con un perfil mucho más bajo / www.hola.com

Tras el éxito en “Beverly Hills, 90210″, Jason Priestley mantuvo su carrera con un perfil mucho más bajo / www.hola.com

Si pudiéramos enumerar a los actores que se codearon con el éxito, para luego caer en un pozo del que les fue harto complejo salir, no nos alcanzarían las líneas. Son muchos, aunque en diversas historias hemos revisado algunas de sus carreras.

Un ejemplo concreto, si bien su nombre acaba de cobrar relevancia nuevamente, es el de Naveen Andrews. El actor integró el elenco de un show conocido como “Lost”, aunque tras participar con el rol de Sayid Jarrah fue prácticamente ignorado.

Y si nombramos a Jason Priestley, el bajón es más pronunciado, aunque con un atenuante: fue el propio Priestley (Brandon Walsh en “Beverly Hills, 90210″), quien prefirió continuar con un bajo perfil: “Nunca quise ser una celebridad”, supo decir.

“Beverly Hills, 90210″ fue un éxito inesperado, pensado para una temporada (1990) que luego terminaron siendo diez. La explicación a esto es que los episodios fueron emitidos en el verano de 1991, en formato de maratón. La audiencia y el impacto que se generaron fueron tan altos, que empujaron a los creadores a continuar la historia.

Y la historia giraba precisamente en torno a Brandon Walsh y su hermana (Brenda Walsh, interpretada por Shannen Doherty), quienes cambiaron radicalmente su vida: De las afueras de Minneapolis a la vida de la alta sociedad de Beverly Hills.

Como dijimos, comprobar lo que trae la fama (los aspectos positivos y negativos) derivaron en un camino de mucha mayor tranquilidad. Aunque no siempre fue así.

Es que, en el camino (como ocurre con muchos otros intérpretes), atravesó por situaciones difíciles, como fue el terrible accidente automovilístico que sufrió en 2002. Priestley se encontraba en un entrenamiento, hasta que chocó a 290 km/h.

Decir que se salvó de milagro puede sonar redundante… pero así fue: requirió una intervención quirúrgica en forma urgente y, como para dejar clara la gravedad de las heridas, los médicos aseguraron que estaba “en manos de Dios”. Siguiendo con este paralelismo, podría decirse que, justamente, Dios quiso mantenerlo con vida.

Luego, el actor de 52 años fue protagonista de otra colisión, en este caso en las calles de Los Ángeles. El problema aquí es que el bueno de Jason se encontraba bajo los efectos del alcohol. El saldo a pagar no fue para nada menor: 1 año sin licencia de conducir, debió abonar una multa y estuvo en la cárcel por espacio de cinco días.

Más allá de estos episodios para nada agradables, el artista luce cómodo alejado de los flashes. Al menos, así es al día de hoy. Entre 2016 y 2021, es cierto, actuó en una serie canadiense (“Private Eyes”) que ganó cierta notoriedad. Pero si algún seguidor creyó que este sería otro puntapié inicial para su carrera, se equivoca.

Priestly se encuentra a la espera de otra producción. Lo distinto, respecto a un artista en los primeros planos de Hollywood, es que no parece apurado en absoluto.

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