• Mario Romero, ex guía de Tecnología
• |
• Ver más de tecnologia

En las últimas horas la tensión se estaba transformando en el único argumento entre Inglaterra y Ecuador y que amenazaba con escalar una crisis diplomática de proporciones, extendiéndose a EE.UU. y Suecia.

La razón fundamental tiene nombre, apellido y una causa : Julian Assange – Wikileaks.

El fundador del sitio web que durante el último año ha liberado información sensible de gobiernos, instituciones y políticos, enfrenta una demanda judicial en Suecia por violación.

Foto: EFE

Assange logró que Ecuador le diera asilo.

Tras salir de ese país con destino a Inglaterra, se comenzó a preparar su proceso de extradición, pero… llegó hasta la embajada de Ecuador en Londres y ahí comenzó a prepararse más “Té a las cinco.. a las seis y a toda hora”.

Tras semanas de negociaciones que hoy ha dado en extenso detalle el propio Ministro de Relaciones Exteriores del país sudamericano, y en una larga conferencia de prensa donde se sostiene que su país es un defensor de los DD.HH., Ecuador ha concedido asilo político a Julian Assange y de paso ha puesto la alerta para que se respete dicha condición y no vayan de una a sacarlo para que “parezca un accidente” o “encontrarse con una cabeza de caballo en la cama”.

A veces la realidad supera la ficción y a Mario Puzzo, el creador de El Padrino, este caso sin duda que lo haría llorar de la emoción.

¿Por qué EE.UU está metido en esto?

Pues claramente una de las aristas de este caso es que independientemente de quien gobierne a la potencia norteamericana, siempre- siempre habrán intereses superiores que controlan o pretenden rayar la cancha de hasta dónde se informa, hasta dónde llegan las libertades.

Mal que mal en el país que más dice defender los DD.HH. aún no se sabe quien mató a su propio Presidente ni a Marilyn Monroe … ni hablar de Guantánamo y la vergüenza.

Es por ello que el temor de Ecuador y una razón para otorgarle asilo a Assange, es que, de no ser así, éste fuese de “rebote” a parar a algún tribunal de EE.UU. bajo acusaciones por haber filtrado informaciones que a juicio de EE.UU. pudiesen haber dejado en exposición la manoseada “seguridad nacional”.

En palabras simples, y no es misterio para nadie, siempre habrán grupos de poder en todos los países, y de todas las religiones y tendencias políticas que quieran echar mano y controlar a los propios gobiernos.

Assange es una amenaza para los intereses de muchos, pero también hay que situarse en la vereda del frente.

¿Y si  fuese realmente un violador?

Si los argumentos, pruebas y víctimas que sostienen los tribunales de Suecia son ciertos ¿acaso no estaremos siendo moneda de cambio de un delicuente de cuello y corbata que se ha escudado  también en la cadena del poder para poder esculparse o esconderse?

¿No hubiese sido mejor que el tipo se hubiese entregado a la justicia y haber defendido su inocencia y así convertirse casi en el ícono de la lucha por las libertades civiles?.

Sin duda que son muchas las preguntas, que ni siquiera su propia Wikileaks puede dar a conocer lamentablemente.

Por todo lo anterior, acá estamos en presencia de uno de los casos con más ramificaciones y sensibilidades del último tiempo.

Si todo fuese más transparente no deberían estar países en conflicto por una persona; y si esto llegó a ocurrir es porque “esa persona”  también es sinónimo de  poder.

Ojalá se pueda defender y ojalá sea de verdad.