• Francisco Águila, ex Guía de Tecnología
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Desde sensores para medir las funciones vitales hasta espacios especiales para las partes íntimas. Así es cómo se ha desarrollado la tecnología en la ropa interior tanto para hombre como para mujer, en los últimos años.

Un ejemplo de ello nos lo entrega el Museo MOTI de Breda, en Holanda, una de cuyas salas está dedicada a la tecnología. Respecto de este ítem, se incluye el de privacidad.

Según la revista Hola, una de las muestras que más llama la atención es el uso de sensores. La idea es la obtención de mediciones precisas sobre las funciones vitales de la persona, como los latidos del corazón la respiración o los niveles de sudoración.

También se encuentran prendas íntimas que vibran al ser accionadas por  una aplicación en el smartphone. Pero aquí es la pareja de la persona que lleva la ropa interior quien puede hacer vibrar la prenda.

Esta tecnología aplicada a la ropa, se usa para solventar los problemas de la distancia entre las parejas.

Esa es la misma idea de la empresa australiana Durex, que creó el Fundawear. Se trata de un simulador de contacto físico para parejas que están a distancia, con el fin de que puedan interactuar físicamente con la  persona que lleva la prenda.

De acuerdo a la Revista Feminity, en esta ropa interior hay colocados varios vibradores que están conectados a una app. Lo único que debes hacer ambas personas, es colocarse la ropa interior y conectarse a través de la app con su pareja. Después, se debe tocar la pantalla y los sensores en la ropa interior se activarán.

Otra ejemplo del avance de la tecnología en esta materia es la ropa interior de bolsa ajustable para hombres. Se trata del Underwear For Men (UFM), creados por la empresa del mismo nombre, se trata de boxers que se ajustan a los genitales de los varones y que prometen acabar con la incomodidad que muchos sufren día a día.

La empresa creadora UFM, explica en su página web que el ajuste se produce mediante un cordón que se adapta al tamaño y entrega el “confort deseado”.

Asimismo, afirma  que muchos de quienes han adquirido la prenda íntima lo han hecho por razones médicas, pues les ha permitido moverse y ponerse de pie “debido a los testículos inflamados y las lesiones en la ingle. No han podido salir de casa desde que sobrevivieron al cáncer de próstata y se convirtieron en incontinentes. Tenían miedo de tener un accidente”.

“La bolsa ajustable está hecha de telas ligeras, suaves y transpirables, con un panel de malla de mosca. El tejido elástico de cuatro direcciones ofrece una mayor movilidad y evita que la ropa interior masculina se arrugue, pierda la forma y se desgaste. El diseño reduce el ajuste, el roce, el frotamiento, la sudoración y la flacidez al aislar el paquete en una bolsa suave y transpirable”, asegura.