Carlos Alcaraz acaba de ganar el US Open y se deja caer al suelo: el murciano se convirtió en el número 1 más joven de la historia / www.infobae.com

No pudo en Roland Garros ni en Wimbledon… pero, amigándose con los pronósticos, el US Open no se le escapó: Carlos Alcaraz ganó su primer Grand Slam con tan solo 19 años y se convirtió en el número 1 del mundo más joven de la historia. Ese, sin embargo, no es el único dato asombroso para el pupilo de Juan Carlos Ferrero.

También es el segundo jugador más joven en ganar el torneo disputado en Nueva York. Solo Pete Sampras, en 1990, era un puñado de meses menor que él. Todo es alegría para el murciano, quien (como ya se dijo) representa el presente y el futuro del tenis.

Más allá de esto, por el juego que venía mostrando, el resultado no causó sorpresa: Alcaraz reunía todas las condiciones necesarias para obtener un título de estas características. En la final frente a Casper Ruud, más allá de algún momento de inconsistencias, exhibió -una vez más- una gran tranquilidad en los momentos clave.

En base a potencia, inteligencia, golpes parejos y por momentos dándose el gusto de brindar espectáculo, “Carlitos” es admirado por el resto de los integrantes del circuito. Todos (menos los rivales que fue eliminando, claro) querían que sea él el campeón.

El score fue de 64, 26, 76 (1) y 63 y, parte de esa fortaleza para definir situaciones límite, se vio en el tie-break del tercer set: más allá de que su cuerpo pareció aguantar bien el trajín de las rondas anteriores, es desempate terminó siendo definitorio.

De haberlo perdido, la final se podría haber complicado demasiado. Pero Alcaraz apretó el acelerador y se lo llevó por 7 a 1. Luego mantuvo el nivel para ganar el cuarto parcial por 6-3 y, de esta manera, el oriundo de Murcia (a esta altura un clásico) se arrojó al piso para festejar un sueño cumplido. ¡Y recién está comenzando su carrera!

Ruud, por su parte, jugó un excelente US Open y hubiese sido un merecido ganador. Lamentablemente, el trofeo de campeón se lo lleva uno solo. Para colmo, previamente, el noruego había caído en otra final de Grand Slam y frente a otro español: en Roland Garros, Rafael Nadal lo “barrió” de la cancha para ganarle por 63, 63 y 60.