En el imaginario colectivo, existe la creencia de que los tenistas de primera línea no pasan sobresaltos. Lo que se piensa, por lo general, es que un top 10 tendrá dinero suficiente para toda su vida. Incluso su familia gozará de esas ganancias millonarias.

Bueno, eso es lo que ocurre con muchos jugadores… pero no con todos: Mark Philippoussis, quien ocupó el 8º puesto de la ATP y llegó a dos finales de Grand Slam, sufrió al punto de tener que pedirles ayuda a sus amigos para poder comer.

Mark Philippoussis, ex top 10, asegura que tuvo que pedir ayuda para poder comer / www.infobae.com

El australiano, animador del circuito entre los ’90 y 2000, dialogó con el reality “SAS Australia”, donde confesó esto y agregó que estuvo sumido a una depresión. Por lo general, ambos problemas van de la mano, y aquí no hubo excepción.

Todo comenzó con las lesiones que lo marginaron de las canchas, frenando la ola de ingresos a la que estaba acostumbrado: “Cuando eres deportista, lo último en lo que quieres pensar es en lo que siempre te dicen: “Ahorra para un día lluvioso”.

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“Cuando te lesionas y tienes algo que respaldar, sientes que eres débil. Y no debes pensar de esa manera, porque tienes que seguir adelante para recuperarte. Yo estuve fuera unos meses y no pude permitirme mucho, tuve que pedirles a mis amigos que me compraran comida”, relató con crudeza sobre la dura realidad que vivió.

“Comíamos pasta de repollo todos los días, hasta que terminó siendo una de mis comidas favoritas”, continuó. “Mi madre me decía que era “comida de pobres” porque es muy simple. Me sentí muy avergonzado porque mi responsabilidad era cuidarlos”.

“Estaba en un lugar oscuro y tenía depresión. No hay mayor dolor que ver sufrir a mis seres queridos sufrir por mis actos”, siguió con el desgarrador testimonio.

Para colmo, Philippoussis admitió otra cuestión que algunos tenistas padecen cuando poseen una cantidad determinada de dinero: la del despilfarro. Entre los lujos innecesarios se cuentan un Dodge Viper (avaluado en US$ 100 mil) y 15 motos. Muchos se preguntarán “¿para qué 15?”… y no hay respuesta a esa pregunta.

Lo peor ocurrió en 2009: Quien según la ATP embolsó casi US$ 7 millones en su carrera, se vio acorralado, yendo a juicio contra el embargo de su vivienda familiar. El oceánico se retrasó en el pago de la hipoteca y vivir en la calle estuvo realmente cerca.

Al respecto, señaló con sinceridad que “no tener ingresos para pagar las cuentas ha sido difícil durante varios años, pero todos deberían pasar por algo así”.

Retirado desde 2006, la pesadilla forma parte- por suerte para él- de un pasado al que no quiere volver: Gracias a su condición de extenista, explotó su imagen para volver a percibir dinero. El dinero suficiente como para vivir nuevamente con comodidad.